120 años contigo
Cuidando de Ourense

Capítulo 2

CAPITULO 2.

LOS PRIMEROS AÑOS: 1901-1920.

Resulta difícil seguirle la pista a la vida colegial y directivas que van sucediéndose en la institución ourensana tras el arranque de la primera directiva oficial a primeros del siglo XX, en el año 1901.

Muchas de las actas y documentaciones han desaparecido, y de para reconstruir y documentar muchas de las directivas hemos tenido que echar mano de fuentes hemerográficas, recurriendo a noticias en la prensa de la época.

 

  1. El "REGLAMENTO INTERIOR DEL COLEGIO DE MÉDICOS DE LA PROVINCIA DE ORENSE" (1902)

 

Una de las primeras labores que va a acometer la directiva de 1901 va a ser la confección y elaboración de un Reglamento Interior para el Colegio. Recordemos que el presidente era Ramón Quesada Borrajo, y el secretario Antonio Rodríguez Iglesias.

Esta Junta Directiva de 1901 que acabamos de citar fue la encargada de elaborar y publicar el "Reglamento interior del Colegio de Médicos de la Provincia de Orense" (Impr. La Popular, 1902).

Contiene normas deontológicas, organizativas, tarifas de asistencia y también propuestas investigadoras

 Este documento se articula y estructura en varios capítulos:

  • Capítulo I. De los deberes de los colegiados para con la salud pública.
  • Capítulo II. De los deberes profesionales de los colegiados
  • Capítulo III. De los deberes de los colegiados en sus relaciones con la Sociedad.
  • Capítulo IV. Deberes de los colegiados para con sus compañeros.

 

Ilustración 1. "Reglamento interior del Colegio de Médicos de la Provincia de Orense" (Impr. La Popular, 1902).

Destacaremos de forma breve algunos de los asuntos que detalla este Reglamento:

 

  • Capítulo I. De los deberes de los colegiados para con la salud pública.

Tiene nueve artículos, y es importante señalar en estos tiempos de la pandemia l COVID 19, cómo el tema de la salud pública y la necesidad de cumplir con todas las Leyes, Reglamentos y Reales Órdenes relacionadas con ella, sean precisamente los aspectos con los que se abre este Reglamento. Así, se recuerda a los médicos la obligación de comunicar al Subdelegado de Medicina y al Gobernador Civil la aparición de cualquier indicio de epidemia y cualquier caso de enfermedad infecto contagioso que se observe.

En el Artículo 3º. Se recuerda que los médicos del Colegio han de “llevar estadística exacta de los enfermos afectos de tuberculosis pulmonar, remitiéndola al final de cada año al presidente de aquel, señalando las causas probables de contagio o herencia que hayan podido observar en cada caso particular”.

Otro aspecto que tratan el artículo 4º y 5º de este capítulo es el dedicado a las Topografías médicas. En el reglamento se exhorta a que los colegiados “estudien las condiciones climatológicas del partido en donde ejerzan y los focos de infección que en el mismo existan, dando noticias sucintas anualmente al presidente, con objeto de reunir datos para la topografía médica de la provincia”.

Asimismo, se propone que la Junta de Gobierno cree “un premio anual y un accésit para los dos mejores trabajos de esta índole que se presenten en fin de diciembre, relativo a puntos de la provincia”. Vemos aquí cómo la tradición de implementar unos premios de investigación por parte de este Colegio de Médicos de Ourense arranca ya desde este reglamento y se mantiene 120 años después. En el Artículo 42, aún se detalla más este tema ya que indican que: “Anualmente, la Junta de gobierno anunciará a concurso el estudio de un asunto de terapéutica, higiene, etc.…de interés para la provincia en general o para cualquiera de sus localidades, señalando un premio, un accésit y las indicaciones a que han de atemperarse los concursantes”.

 En esos años se primaban los trabajos que posibilitaran la elaboración de las topografías médicas. Las Topografías Médicas, también llamadas Geografías Médicas, eran estudios de lugares geográficos concretos y de sus poblaciones, que se abordaban desde una perspectiva higiénico-sanitaria. Comprendían, por regla general, la descripción física del punto —situación, clima, suelo, hidrografía— y la del entorno biológico —flora y fauna—; los antecedentes históricos, el temperamento físico y el carácter moral de sus habitantes, las costumbres, las condiciones de vida, los movimientos demográficos, las patologías dominantes y la distribución de las enfermedades. Y todo ello con el fin de promover medidas para prevenirlas y remedios para tratarlas y mejorar el estado de salud de los individuos (Casco, 2001). Que sepamos no se llegó a elaborar ninguna topografía médica de la provincia, algo que ya sin embargo el Dr. Correa Fernández hizo en 1892 para la provincia de Lugo. La Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia recogió durante años esta tradición investigadora sobre geografías o topografías médicas en algunos de los premios que anualmente convocaba, aunque ahora ya se han orientado en la última época más hacia trabajos clínico-investigadores.

Los Artículos 6ª y 7ª detallan la “obligación de denunciar a las autoridades las sofisticaciones y adulteraciones que comprueben en las sustancias alimenticias, avisando a la vez al presidente del Colegio”.  Este aspecto relacionado con la necesidad de combatir y controlar las adulteraciones de las sustancias alimenticias ya venía de alguna forma recogida en la Real Orden 4/I/1887 en la que se establecía la necesidad de estimular a los Ayuntamientos para que crearan Laboratorios Municipales donde se analizaran los artículos destinados al consumo.   En los primeros años del siglo se suceden los intentos fallidos de dotarse de un laboratorio propio en Ourense. En 1903, la Junta Provincial de Sanidad de la Diputación pretende conminar al ayuntamiento para que adquiera instrumentos y material para poder reconocer la pureza de los vinos, aceites y leches.  Posteriormente se publicaron nuevos Reales Decretos (RD) y Decretos, recogiendo esta necesidad. Podemos citar el RD 12 de enero de 1904, la Instrucción General de Sanidad de 1904, (Cap.  XV- Art. 191) donde se fija la obligatoriedad de los Ayuntamientos a subvencionar el mantenimiento de los Laboratorios Municipales, fijando unos servicios mínimos como la desinfección, análisis de aguas y sustancias alimenticias y análisis de sustancias patológicas. Hasta 1910 la ciudad de Ourense no conseguirá dotarse de un laboratorio municipal (Simón & Rúa, 2019).

 

Los artículos 8, 9 y 10., regulan la presencia de intrusos en el ejercicio de la profesión, y “cualquier conocimiento del hecho debe de ser puesto en conocimiento en el acto al presidente del Colegio y al Subdelegado de Medicina”.

Se consideraban faltas graves:

-El sostener relaciones de convivencia con los intrusos

-Encargar a éstos de la asistencia a los enfermos

-Entregarles recetas, firmadas en blanco

-Facilitarles certificados de defunción

 

Se consideraba que, en caso de reincidencia, además de las correcciones que se estimasen necesarias, sería comunicado a los tribunales.

 

  • Capítulo II. De los deberes profesionales de los colegiados.

En este capítulo, que abarca desde el Artículo 11 al 33, se van a desarrollar y detallar aspectos como: necesidad de estar al pago de las patentes para poder ejercer, los certificados de defunción, las igualas, las visitas, las tarifas, los peritajes….

Asimismo, en el artículo 15, se hace referencia a las recetas: “las recetas han de ser claras, sin enmiendas ni signos, escritas en castellano y con la firma del médico y la clase y número de la patente perfectamente visible”.

En esta parte del reglamento los médicos ourensanos acuerdan por unanimidad la regulación de las tarifas mínimas que han de regir tanto en los Partidos rurales como en la capital de la provincia. Recordemos que estamos ante una medicina mayoritariamente de profesión liberal.

Así:

  • Consulta sencilla en el gabinete, cada vez 1 peseta.
  • Visita sencilla a domicilio en el punto de residencia del Médico, no mediando iguala, 1,50 pesetas.
  • Visita sencilla fuera no mediando iguala se cobrará por legua, sumando el recorrido de ida y vuelta, a 5 pesetas.
  • En Juntas de Médicos cada profesor cobrará sobre el precio establecido para la visita, 10 pesetas.
  • Las visitas de varios Médicos reunidos a horas fijas, si el profesor reside en el punto en donde se celebren, 3 pesetas

Si vienen de fuera, sobre lo que corresponda al trayecto recorrido, 5 pesetas.

Si el servicio, a petición del interesado, se presta de noche, los honorarios serán dobles.

 

En la capital de la provincia regían otros precios:

  • Consulta sencilla en el gabinete, cada vez 2 pesetas.
  • Visita sencilla a domicilio, 2,50 pesetas.
  • Visita sencilla, fuera del radio de la ciudad, la primera hora que el Médico falte de su casa, 25 pesetas.
  • Por cada hora más, 5 pesetas.
  • En Juntas, cada profesor cobrará en la capital, 15 pesetas.
  • Las visitas de varios médicos en horas fijas, 5 pesetas.
  • De noche la tarifa de honorarios será doble.

 

Asimismo, se especifica que “los honorarios en caso de partos, operaciones etc.… queda a la discreción del Médico, según la importancia del servicio, hora en que se presta y condiciones del cliente; pero, si `por algún concepto surgen litigios entre éste y aquel, la Junta de Gobiernos podrá servir de árbitros, siempre que una de las partes lo desee” (Art. 19).

Otro aspecto importante es el referido a las IGUALAS, q1ue fue durante años una importante fuente de ingresos/sustento de muchos médicos (fundamentalmente rurales) tal y como ha estudiado Roberto Fernández en su trabajo de tesis sobre los médicos rurales ourensanos (Fernández, 2014, El médico, el paciente y la medicina rural en Ourense: 1900-1975, tesis doctoral).

 Se acuerda en el Artículo 20 que: “Las igualas en los distritos rurales en que convengan nunca han de bajar de cinco pesetas o su equivalente en especie, por año y familia”.

 

Ilustración 2. Tomado del Reglamento Interior Colegio de Médicos de Ourense, 1902

 

Hay también otros artículos que detallan una serie de normas acerca de cómo deben de certificarse las defunciones, los reconocimientos medicolegales y los peritajes…Todos ellos temas de actualidad aún en este siglo XXI.

En los Capítulos III y IV, se abordan los Deberes de los colegiados en sus relaciones con la sociedad y para con sus compañeros. En ellos se detallan las condiciones en cómo realizar las visitas médicas, cómo cubrir o sustituir a compañeros enfermos o ausentes de la localidad. También entran a considerar cómo declarar la inutilidad de un colegiado, y también algunos artículos dedicados al socorro y ayudas a familiares de médicos fallecidos…

La publicidad y reclamos en periódicos quedan también algo regulados o contemplados en el artículo 63.

En estos capítulos tenemos también que señalar que dedica varios artículos a las llamadas “Juntas de Médicos”, y que hoy nos resultan llamativas desde la óptica del Siglo XXI, pero que venían celebrándose desde hacía décadas en todo el país.

Cualquier persona enferma o sus allegados podían solicitar que se celebrase una “Junta de Médicos” y señalar a una serie de médicos para que asistieran a la misma.

Se consideraba necesario recurrir a una “Junta de médicos” siempre que el caso fuese grave; siempre que existían dudas acerca del padecimiento en cuestión; y cuando había fracasado el tratamiento. También, por supuesto, si la familia desconfiaba del médico o del tratamiento prescrito. Tal y como han estudiado autores como Pardo (2002): La junta era, desde este punto de vista, el escenario de actuación de varios médicos ante sus enfermos y el público circundante (parientes, amigos vecinos, criados, etc.), incitados a subirse a tal escenario por la propia convocatoria del paciente (o de sus allegados) y desde el cual debían mostrar su pericia, superior juicio y capacidad de llegar a un acuerdo.

Las relaciones entre médicos se exhibían aquí en toda su complejidad y con todas sus consecuencias sociales, y los niveles de conflictividad y disensión estuvieron en justa proporción con esta relevancia”.

 

  1. LA INSTRUCCIÓN GENERAL DE LA SANIDAD PÚBLICA, 1904 (*)

“En 1904 se va a producir un hecho importante en la organización y legislación de la Sanidad en España, y que tendrá también como consecuencia el reforzamiento del papel de los colegios profesionales de médicos. Se aprueba en 1904 la entrada en vigor de la Instrucción General de la Sanidad Pública, la cual potenció el papel de los Ayuntamientos en la Salud de los municipios. 

 

El Ministerio de la Gobernación, donde residía la Dirección General de Sanidad, era el máximo responsable de la atención sanitaria en el país y, por tanto, dirigía los dos servicios que establecía esta ley: El Servicio Sanitario Marítimo y el Servicio Sanitario Interior 2.

 

Pero la organización de la sanidad en España en esa época recaía en el Servicio Sanitario Interior, que designaba a los Gobernadores Civiles como los máximos responsables de Sanidad en cada provincia, si bien, los auténticos responsables de la salud de los ciudadanos eran los Ayuntamientos.

 

Los órganos sanitarios definidos en esta ley eran, a nivel central, el Consejo de Sanidad, creado con fines consultivos y presidido por el ministro de Gobernación; a nivel provincial, las Juntas Provinciales de Sanidad presididas por el Gobernador Civil de cada provincia, y a nivel local, en cada pueblo con más de 4000 vecinos, se constituyeron las Juntas Municipales de Sanidad. Éstas últimas estaban presididas por el alcalde y los vocales debían ser un profesor de medicina, otro de farmacia, otro de cirugía (si lo había), un veterinario y tres vecinos. Las funciones de secretario debían recaer en un profesor de ciencias médicas.

 

Así mismo, establecía la existencia de tres Subdelegados de Sanidad en cada partido judicial: el de medicina y cirugía, el de farmacia y otro de veterinaria. Estos cargos eran nombrados por el Gobernador Civil, a propuesta de la Junta de Sanidad.

 

Los Ayuntamientos debían garantizar la asistencia médica a las familias pobres, mediante el servicio conocido como hospitalidad domiciliaria, para lo cual debían crear las plazas necesarias de médicos, cirujanos y farmacéuticos titulares, en función de la población atendida. Las asignaciones a estos sanitarios titulares eran pagadas por los ayuntamientos según el contrato establecido en proporción al número de familias pobres que tuvieran que asistir. Aparte de ellos, los profesionales no titulares eran completamente libres en el ejercicio de su profesión”.

 

“La entrada en vigor de la Instrucción General de la Sanidad Pública, aprobada en 1904, no solo mantuvo, sino que potenció el papel de los Ayuntamientos en la Salud de los municipios.  En el artículo 109 de la misma se pueden ver reflejadas sus competencias en la Higiene Municipal:

 

  • La limpieza, trazado, anchura y ventilación de vías públicas y desinfección de los lugares próximos a ellas o a las viviendas
  • El suministro de agua y la vigilancia de su pureza, en depósitos, cañerías y manantiales
  • La evacuación de aguas y residuos
  • La capacidad, ventilación y demás condiciones sanitarias de viviendas y establecimientos municipales o privados
  • La construcción, ampliación, reparación sostenimiento y régimen sanitario de cementerios
  • La construcción y el régimen de mataderos
  • La vigilancia higiénica de escuelas públicas o privadas
  • La prevención contra el paludismo
  • Las precauciones y medidas para evitar enfermedades epidémicas, contagiosas o infecciosas; desinfecciones, aislamientos y demás análogas
  • La supresión, corrección o inspección de establecimientos o industrias nocivas a la salud pública
  • La vigilancia contra adulteraciones o averías de substancias alimenticias, con inspección de mercados y establecimientos de ventas, de comidas o bebidas
  • El régimen higiénico de los espectáculos públicos y las condiciones higiénicas de todo local de reunión
  • La inspección de fondas, hoteles, casas de huéspedes o de dormir, posadas y tabernas
  • La vigilancia higiénica de hospitales, asilos y cualesquiera otros establecimientos benéficos, municipales o particulares
  • La asistencia domiciliaria de enfermos pobres y la especial higiene de la infancia y de las embarazadas o paridas pobres.

Para acometer todas estas competencias, que ahora llamaríamos de Salud Pública, esta nueva norma reguló las profesiones sanitarias, no solo manteniendo a los médicos titulares ya existentes desde años atrás, sino asignándoles nuevas responsabilidades en la vigilancia de la salubridad local.   También consolidó la figura de los veterinarios y farmacéuticos titulares.

 

En cada partido judicial habría tres subdelegados, el de Medicina, el de Farmacia y el de Veterinaria, encargados del cumplimiento de las disposiciones relativas al ejercicio de cada profesión. Todos estarían a su vez bajo las órdenes del Inspector Provincial de Sanidad y del Gobernador civil.

 

El Subdelegado de Medicina de cada partido judicial sería el Inspector Municipal de Sanidad de este.

 

En el artículo 62, se describen como profesiones sanitarias “la Medicina y Cirugía, la Farmacia, la Veterinaria, el Arte de los partos, el de practicante y el del dentista, y en general las complementarias que con título especial pudieran crearse en este ramo”. Todos ellos estarían obligados de dar aviso inmediato al Inspector Municipal de los casos de enfermedades epidémicas, infecciosas o contagiosas, con independencia de cualquier otra estadística (Art. 64).

 

Los médicos de ejercicio libre también tenían la obligación de remitir al Inspector municipal, al fin de cada mes, una relación de las enfermedades que asistieran, consignando el diagnóstico y su terminación. Continúa pues el interés por el control de las enfermedades infecciosas y epidemias y se inicia un interés por las estadísticas sanitarias en continuo desarrollo hasta el presente.

 

Del mismo modo se contempla que para el servicio de asistencia a los enfermos pobres, todos los Ayuntamientos tendrían al menos un médico titular y un practicante titulado por cada 300 familias indigentes.

El año 1904 fue prolífico en normas y leyes relativas a la sanidad local y las profesiones sanitarias, pues en agosto de ese año se aprobó un Real Decreto para la reorganización de la Carrera de practicantes y matronas 7 , y en octubre,  el Reglamento del Cuerpo de Médicos Titulares de España”(*(tomado del blog  Alandar: “Organización sanitaria a principios del siglo XX.  , 21 de octubre de 2017).

 

 

  1. EL HOSPITAL PROVINCIAL DE AS MERCEDES Y EL PROYECTO DEL NUEVO HOSPITAL PROVINCIAL (1909…1930)

 

En este período desde 1901 a 1920, el único establecimiento hospitalario público era el Hospital Provincial, situado en el edificio de As Mercedes. Allí estaba situado desde mediados del siglo XIX y estará hasta 1930, momento en que se traslada al nuevo Hospital Provincial de Ourense. Recordemos que seguimos hablando de un hospital dedicado a la Beneficencia provincial, junto al cual van abriendo a lo largo de los años diferentes consultorios, gabinetes médico-quirúrgicos y pequeñas clínicas, dedicadas a la clientela privada y dentro de un modelo de una profesión médica dedicada mayoritariamente a la medicina liberal.

El proyecto de un nuevo centro hospitalario (Hospital Provincial de Ourense, también llamado Hospital de As Lagoas u Hospital Modelo) arranca en 1980-1909, y tardará más de veinte años en abrir sus camas y quirófanos.

Muchos de los hospitales construidos o proyectados en Galicia entre 1875 y 1925, fueron bajo un modelo de hospitales de pabellones (Conxo, Nicolás Peña, Oza, Castro Ribas de Lea, Hospital Modelo de Ourense...), tal y como se venía haciendo en muchos otros centros s, españoles y europeos.

El proyecto del Hospital Modelo de As Lagoas fue redactado en febrero de 1909 por el arquitecto de la Diputación provincial Joaquín Rojí y López Calvo (Valladolid, 1878- Madrid,1932). Este mismo técnico dirigirá las obras, al menos hasta el año 1922, en que también participa como director otro arquitecto, Manuel Conde Fidalgo (Ourense, 1897-1984). Este arquitecto fue autor de obras como el Hospital Cabaleiro Goás o la Plaza de Abastos.

 

 

Ilustración 3. Pabellón de Cirugía, Proyecto Hospital Modelo de Ourense, 1909. Tomado de la tesis de M. Insua (2000).

 

La historia de la construcción del Hospital Modelo estuvo llena de problemas. Se inician las obras en 1910, siendo el presupuesto inicial de 822.965,73 pesetas. Tras múltiples problemas con contratistas, problemas presupuestarios, dificultades de entendimiento entre diferentes administraciones (intervinieron Concello de Ourense, Diputación y Ministerio de la Guerra) ... se abrirá en torno a 1930 o 1931. Casi 21 años después de iniciado el proyecto.

 

La primera foto en la revista citada es la de la colocación de la primera piedra (foto publicada en junio 1911... pero el proyecto ya venía desde 1909).

 

 

Ilustración 4. Colocación de la primera piedra de las obras del nuevo Hospital Provincial de Ourense (Hospital de As Lagoas, Hospital Modelo), foto de la revista Vida Gallega (junio 1911).

 

La segunda es una visión de los edificios aún en obras del hospital en el año 1917.

 

Ilustración 5. Vista de las obras del nuevo Hospital Provincial de Ourense (Hospital de As Lagoas, Hospital Modelo), foto de la revista Vida Gallega (1917).

 

 

Ilustración 6. Vista de las obras del nuevo Hospital Provincial de Ourense (Hospital de As Lagoas, Hospital Modelo). Desconocemos fecha y fuente de donde se ha tomado.

Aún tardará en abrirse dos décadas para recibir enfermos ya que empieza a funcionar en torno a 1930-1931.

 

  1. LAS JUNTAS DIRECTIVAS

 

1903

En junio de 1903 se producen elecciones para el Colegio de Médicos, y salen reelegidos Quesada Borrajo, Fuentes, Sabucedo y Antonio Rodríguez Iglesias. (Fuente: La Correspondencia Gallega: diario de Pontevedra: Ano XV, Número 4014 - 13 de junio de 1903).

 

 Ilustración 7: (Fuente: La Correspondencia Gallega: diario de Pontevedra: Ano XV Número 4014 - 13 junio 1903).

  

1905

Se produce una renovación parcial de la directiva. Según la prensa (El regional: diario de Lugo: Núm. 7629 (12/06/1905)) a la directiva de ese año se incorporan:

- Segundo Feijóo Montenegro como Vocal 1º

- Lino Porto Porto como Vocal 3º

- Marcial Moreiras como Vocal 5º

- Augusto Nóvoa como Tesorero

- Ricardo Gutiérrez como Contador

 

 Ilustración 8: El regional: diario de Lugo: Núm. 7629 (12/06/1905)

 

Se produce así la entrada en la directiva del Colegio de médicos algunos nombres como Segundo Feijóo Montenegro quien va a tener enorme peso en la vida colegial en los años siguientes, pues será presidente en varias directivas.

Asimismo, vemos que se incorporan otras figuras médicas de importancia en el Ourense del momento, como el Lino Porto Porto, quien liderará la iniciativa de la apertura de “La Gota de Leche” en Ourense (Simón y Rúa, 2019).

El Dr. Lino Porto Porto, que fallece en Ourense en 1931, había comenzado a trabajar como médico Interino del Hospital Provincial de As Mercedes (Ourense) desde 1896. En 1899, el doctor Porto abre un Sanatorio Quirúrgico juntamente con el Dr. Francisco José Rionegro, quien será el médico director de la sanidad municipal en los años veinte. En este establecimiento quirúrgico, además de la cirugía, comienzan a dispensar vacuna antirrábica, y asimismo ambos fueron pioneros en la ciudad en ofertar servicios de rayos X. El Dr. Rionegro lo hace en 1901, y el doctor Lino Porto lo hará al año siguiente.

A raíz de un accidente en el que pierde un brazo, el Dr. Lino Porto decide reorientar su vocación asistencial dedicando sus esfuerzos a la Pediatría y a la “Gota de Leche”. Usaba un brazo ortopédico muy moderno para la época (dicha prótesis fue conservada por su nieto, el pintor Xaime Quesada Porto “Xaime Quessada”).

La primera Gota de Leche que comienza a funcionar en Galicia lo hará en la ciudad de Ourense (Simón y Rúa, 2019). Fue oficialmente inaugurada en 1912. Hoy en día no tenemos fechas exactas acerca del año en que cesa en su actividad, pero podemos situarlo en torno a 1932 o 1933. Fue fundada gracias a la iniciativa y liderazgo del médico Lino Porto Porto, si bien en sus inicios contó con la colaboración del doctor José Eire Santalla.

Ilustración 9. Dr. Lino Porto, sentado con boina, junto con su familia. Últimos años de su vida. (archivo familia Quesada. Tomado de Simón, 2005).

Ya desde enero de 1909 Lino Porto mantiene abierto en la capital ourensana un “Consultorio gratuito de Niños de Pecho”, destinado a la atención a los niños hasta los dos años y a sus madres. En los tres años de existencia hasta la apertura de la Gota de Leche, lo cierto es que la mortalidad de niños entre cero y dos años disminuye en la capital ourensana respecto a los cinco años previos a la apertura del Consultorio citado (según las estadísticas que el propio médico divulga en 1913).

Pese a su apertura oficial en 1912, lo cierto es que ya desde al menos un año antes venía funcionando en Ourense una Junta Patrocinadora o de Protección de La Gota de Leche (La Correspondencia Gallega, Año XXIII, Número 6398, 24 de junio de 1911), la cual atravesó por diferentes vicisitudes.

Lino Porto desarrolló entre 1913-1923 una intensa actividad clínica, social y periodística de cara a movilizar y concienciar a la sociedad ourensana sobre la necesidad de apoyar económicamente a “La Gota de Leche” y a la Inclusa.

Ilustración 10. La Voz de Galicia, 9 de abril de 1912 (tomado de Simón y Rúa, 2019).

En 1913 publica en Ourense el librito titulado “El libro de las madres: cuidados que requiere el niño, desde el nacimiento, hasta el destete” (Porto, 1913).  Es un texto con clara vocación divulgadora, educativa y preventiva. Aboga por la lactancia materna, pero sin descartar otras formas como la artificial, la mixta o a través de nodrizas. Contiene asimismo además de consejos para los cuidados de los niños hasta los dos años, algunas hojas en las que poder anotar los pesos del niño, tablas donde poder consultar el desarrollo de la estatura del niño o forma de preparar los biberones esterilizados…todo ello de forma que el propio libro pudiera funcionar a modo de “cartilla infantil”. En el texto se hace clara apuesta por la creación de Gotas de Leche, así como de establecer una “escrupulosa vigilancia de la leche que se vende en los mercados”. También da instrucciones y consejos acerca del uso de la leche de vaca en la alimentación infantil y la necesidad de una higiene escrupulosa para evitar las infecciones   

 

1908

En 1908 se produce un importante cambio en el Colegio ya que Ramón Quesada Borrajo abandona o sale de la directiva y la presidencia tras haber estado liderando la vida colegial desde sus inicios (y también lo había hecho ya en el período previo del Colegio Médico-Farmacéutico entre 1885-1887).

Tal y como refleja la prensa de la época (La Correspondencia Gallega: diario de Pontevedra: Ano XX Número 5382 - 18 enero 1908), la directiva que queda definitiva en 1908 fue la siguiente:

  • Presidente: Segundo Feijóo Montenegro
  • Vocales:
    • Lino Porto Porto
    • Marcial Moreiras Pandiello
    • Andrés Vázquez Verea
    • Heriberto Sabucedo Feijóo
  • Tesorero: Augusto Nóvoa
  • Contador: Ricardo Gutiérrez
  • Secretario: José Nogueira Mera

Ilustración 11: La Correspondencia Gallega: diario de Pontevedra: Ano XX Número 5382 - 18 enero 1908

 

Se produce así el primer período de presidencia de Dr. Segundo Feijóo Montenegro.

Este médico, fallecido en 1933, fue diputado provincial (conservador) a lo largo de varios años. Al menos desde 1911 también formaba parte de la Corporación Provincial, presidida aquel momento por Emilio Morenza Martínez.

Estuvo muy implicado en otras actividades culturales como del Orfeón Unión Orensana, del cual llega a ser presidente durante varios años. Así según destaca el periódico La Correspondencia de España en 1912, el Orfeón Unión Orensana, cuyo presidente era el “doctor en Medicina y diputado provincial Segundo Feijóo Montenegro”, conmemoró en aquel año el vigésimo quinto aniversario de su fundación, mediante diversos actos.

Otro de los médicos que se incorporó a la directiva fue Andrés Vázquez Verea (Arzúa- A Coruña, ¿? - Pereiro de Aguiar-Ourense, 1918): Estudia Medicina en Santiago, ejerciendo luego en Navarra antes de ya regresar a ejercer profesionalmente en Galicia. Fue médico titular en Nogueira de Ramuin (Ourense) y ya luego en Santa Cristina-Villarino-Pereiro de Aguiar (Ourense). Fue vocal del Colegio de Médicos además de su importante papel en la Junta de Gobierno y Patronato de Médicos Titulares. Fallece en septiembre de 1918. Su hijo, el Dr. Luis Vázquez Groizard (1885-1972) también ejerció la profesión médica en Ourense y en Alicante.

Ilustración 12. Vázquez Verea, Vida Gallega mayo 1918.

Este galeno había tenido importante protagonismo en la Asamblea de Médicos Titulares que se celebra en Madrid en 1902 adonde acudió en representación de los médicos titulares de Ourense. Dicho discurso fue publicado como “Memoria leída en la Asamblea de Médicos Titulares celebrada en Madrid en el mes de octubre de 1902”, (Logroño: Imprenta de E. Saénz-López, 1902).

El Doctor Andrés Vázquez Verea fue presidente de la Junta Provincial de Médicos Titulares en septiembre de 1904, siendo el doctor Eladio Vázquez Quiroga el delegado provincial. Ambos irán en 1905 a Madrid a una decisiva Asamblea de Médicos Titulares en representación de los Médicos Titulares gallegos. En dicha Asamblea se denunció la insuficiencia de la regulación impuesta por la Instrucción de enero de 1904 a la que antes hicimos referencia... En años siguientes se irá produciendo una creciente influencia corporativa de los médicos en menoscabo de las seculares atribuciones de los Ayuntamientos en la organización de sus servicios asistenciales. De ahí las palabras pronunciadas por varios de los médicos en un banquete ourensano de 1904 (en el que se reunían los médicos titulares ourensanos con un representante nacional), destinadas a la lucha contra el caciquismo de los políticos ourensanos. Así tal y como refleja la crónica del evento (El Gráfico, 10-9-1904), el doctor Vázquez Verea aconsejó a sus compañeros "perseverancia hasta lograr emanciparse del caciquismo".

En 1909 publica la obra "La Higiene y las costumbres" con Prólogo del Dr. Ángel pulido (Diario de Galicia: periódico de la mañana, telegráfico, noticiero y de información general: Núm. 276, 28/10/1909)

Pocos años antes de su muerte, protagonizó un sonoro y llamativo episodio ya que fue excomulgado en septiembre de 1914 por el Obispo de Ourense, D. Eustaquio Ilundain.  El motivo: unas cartas en la prensa dirigidas al Obispo, y publicadas en el periódico agrarista El Heraldo Gallego vinculado al cura Basilio Álvarez, líder del agrarismo en Galicia en aquellos años y verdadero objetivo del ataque del obispado. Poco tiempo después de esta excomunión, el Dr. Verea mantuvo una nueva polémica publica con la Señorita Rocafull, miembro de la Liga Femenina contra la Tuberculosis.

Como secretario de esta directiva vemos al Dr. José Nogueira Mera (1867- Ourense, 1943)., que será médico municipal en Ourense, y cuyos descendientes se dedicaron a la odontología (la saga de los dentistas ourensanos Nogueira). Tuvo también mucho interés por la aplicación de la gimnasia higiénica a los cuidados de la salud. Asimismo, en 1906 junto con el Dr. Quesada y el Dr. Rivera abren el Instituto de Vacunación Directa Quesada-Rivera-Nogueira (1906), que en junio de 1906 se anunciaba en prensa indicando que “se vacunará «directamente de ternera» en una serie de días del mes de junio” (El Miño, 13 de junio de 1906). Este centro tuvo que ser una continuación de otras iniciativas previas de establecimientos de vacunación (Simón y Rúa, 2015).   que habían funcionado en la ciudad a finales del siglo XIX siempre lideradas por el inquieto médico Ramón Quesada, pero este nuevo Instituto de Vacunación, situado en la calle de la Imprenta introduce un nuevo nombre en esta saga de iniciativas vacunadoras en Ourense: Nogueira.  En 1917, era médico municipal de la ciudad y que participa en diversas campañas municipales de vacunación contra la viruela en 1916-1917, así como en la crisis de la gripe de 1918 (Simón y Rúa, 2015).

Dr. José Nogueira Mera (1867- Ourense, 1943). Médico municipal de Ourense. (Arch. familia Nogueira)

También se incorpora a la directiva de este período Marcial Moreiras que en los años 20 llegará a ser médico forense y de la Prisión preventiva del Juzgado de primera instancia de Celanova (Gaceta de Madrid, 4 de octubre de 1927).

 

1916

En agosto de 1916, hay nuevo cambio de la directiva. Según la prensa (El Correo de Galicia, 11 de agosto de 1916) la directiva queda como:

 

PRESIDENTE:  Dr. Segundo Feijóo Montenegro

VOCAL 1: Heriberto Sabucedo

VOCAL 2º: Jesús Taboada Diéguez

VOCAL 3º: Celso Rogina Tejada

VOCAL 4º:  Modesto Rodríguez Marcos

VOCAL 5º: Manuel Bouzo Fernández

SECRETARIO:  Francisco José Rionegro Díez

TESORERO:  Manuel de Sas

CONTADOR: José María Rivera

 

En esta directiva, de nuevo presidida por Segundo Feijóo Montenegro, hay una importante renovación de nombres en la misma.

Hay que destacar aquí la presencia de Francisco José Rionegro en el puesto de secretario del Colegio, y del cual hablaremos en otro apartado. Otros nombres para destacar fue el de Manuel de Sas como Tesorero.

Manuel de Sas Sequeiros (Seixalbo, 1850- Ourense, 1933). Fue médico en Paderne a los 25 años. También trabajó en Ourense en donde tenía consultas gratis los jueves en su vivienda del Mirador, Balcón de Orense en el barrio de O Couto. Dedicado a actividades industriales (empresa viajeros entre Estación Canedo y la capital), poseía propiedades en la ciudad (zona de la actual rúa Xoan XXIII). Fue depositario de la Diputación Provincial. Tuvo 15 hijos. Sus hijos se apellidaron De Sas Murias (uno de sus hijos fue gerente de la casa comercial «Hijos de Simeón García», en Vigo, D. Manuel de Sas Murías) (Álvarez, 1993).

 

Asimismo, se incorporan en esta directiva:

-Jesús Taboada Diéguez, que fue médico municipal de Ourense, y padre de la farmacéutica Josefa Taboada.

-Manuel Bouzo Fernández (1883-1953): Fue Médico municipal en Ourense. Tuvo gabinete de radiología y electrología (Millán, 2001). Fue presidente del Colegio en 1931 y 1932, y secretario en la posguerra

 

Ilustración 13. Manuel Bouzo (años 30) (tomada de la tesis de Millán, 2001).

Dicha directiva seguía siendo la misma en agosto de 1917, y así lo refleja el periódico/revista “España Médica” (Madrid) en su número de 10 de agosto de 1917. 

En 1918-1919 vendrán los complicados años derivados de la pandemia gripal, pero a ella dedicaremos luego un apartado.

 

A finales de 1919, podemos rastrear algunas noticias relativas a médicos ourensanos y problemáticas que venían padeciendo desde hacía años, y relacionadas con las deudas que los Concellos de la provincia venían teniendo con los médicos por labores realizadas por los facultativos para los Concellos. Así, el periódico local La Región publica, con fecha de 14 de diciembre de 1919, la siguiente noticia:

“El Boletín Oficial Provincial publica los ayuntamientos que deben sueldo a sus médicos, urgiendo al pago bajo amenaza de embargo: O Bolo debe al doctor D. Leoncio Martínez 1.000 pesetas, Canedo a D. Pedro Mateos 2.000 pesetas más los reconocimientos de quintas, Carballino a D. José García Espinosa 470 pesetas por reconocimiento de mozos, Coles a D. Constantino Bouzo 2.000 pesetas y a su hijo D. Víctor Bouzo 1.500 pesetas, Leiro a D. Luis Alén 599,50 pesetas por sueldo y reconocimiento de mozos, Maside a D. Antonio Quero 572,50 pesetas, Nogueira de Ramuín a D. Modesto Rodríguez Marcos 5.737,67 pesetas más los reconocimientos de mozos, Oimbra a D. Bernardo García Velasco 15.000 pesetas más los reconocimientos de mozos, Rubiana a D. Gerardo Alonso Criado 1.102,50 pesetas más los reconocimientos de mozos, Petín a D. Teodosio González 1.614,44 pesetas, Viana a D. Julio Vila Barros 749,25 pesetas más los reconocimientos de mozos, Vilamarín a D. Celso Rogina 937,50 pesetas, A Veiga a D. Rómulo Carracedo 2.000 pesetas” ( La Región, 14 de diciembre de 1919).

 

1920

Tras los difíciles años de la pandemia gripal de 1918-1919, se va a producir una nueva renovación de la Junta Directiva. De nuevo tenemos datos de la renovación que se produce en junio de 1920 a través de la prensa local. Así, en La Región (11 de junio de 1920) se anuncia que:

“El Colegio Oficial de Médicos de Orense renueva su Junta de Gobierno, que queda formada por: Segundo Feijóo Montenegro (presidente), Heriberto Sabucedo Feijóo, Jesús Taboada Diéguez, Celso Rogina Tejada, Modesto Rodríguez Marcos, Manuel Bouzo Fernández, José Rivera Barreiros, Alejandro Mosquera Caride y Francisco Rionegro Díez”.

Aquí se produce la entrada en la directiva del médico Alejandro Mosquera Caride y deja de estar en la directiva Manuel de Sas.

El médico Alejandro Mosquera Caride (Tamallancos, Vilamarín, Ourense, 1871-1925) tuvo importante protagonismo y actividad política en el Ourense de su época, ya que fue alcalde de Ourense (en dos períodos diferentes). Realiza los estudios de Medicina en la Universidad Literaria de Santiago, en su Facultad de Medicina, desde el curso 1987-88 y los concluye en junio de 1894. En ese mismo año se acredita como médico ante el Gobierno civil de la provincia de Ourense. En 1902 marcha para Argentina, dónde se casa, regresando a Ourense en 1905.

En enero de 1918 se constituyen los nuevos Ayuntamientos, resultando ser elegido primer teniente alcalde de Ourense. El 15 de enero de 1919 y por unanimidad es elegido alcalde de Ourense, hasta el primero de abril de 1920, que cesa en la Corporación por Imperativo legal. En 1920 es miembro de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Ourense. En 1923, vuelve a ser alcalde de Ourense. Fallece en 1925 en su casa de Tamallancos.

Ilustración 14: ALEJANDRO MOSQUERA. Vida gallega Ano XI Volume VII Número 122 - 1919 marzo 15

Esta nueva Directiva, poco después de su inicio de mandato para denuncia públicamente los problemas de la salubridad de las aguas de traída en la ciudad de Ourense. Así, en verano de 1920, la Junta de Gobierno del Colegio eleva al Concello un escrito, firmado por el presidente el Dr. Heriberto Sabucedo (suponemos que sería el presidente en funciones, ya que Sabucedo era vicepresidente), solicitando que se dé solución a este grave problema de salud pública (Simón, 2011). En la prensa de la época (El Ideal gallego, núm. 1061, 11 de agosto de 1920) se anunciaba que el Colegio había presentado un escrito en el Ayuntamiento denunciando el peligro que suponía para la salud pública el estado de las aguas potables de la ciudad… Se indicaba en el mismo que se debían a las filtraciones de vino adulterado derramado días antes en las esclusas próximas a la cañería de conducción del canal del río Loña.

Las aguas, las fuentes, el abastecimiento de aguas, la limpieza del río Barbaña, el paso del Miño por la ciudad, las surgencias termales... llevan siglos muy ligadas a la salud pública y la política municipal en Ourense....En el Archivo Municipal de Ourense hay referencias documentales a problemas relacionados con diferentes fuentes y aguas potables de la ciudad en diferentes años: 1877, 1913, 1920...Hay datos de Fonte do Rei, Fuente de Plaza del Trigo, del Hierro, de San Cosme, del Picho, Aguas del Canal.…

 El abastecimiento de aguas de la ciudad no se abordará definitivamente hasta 1923-1924, y aún tardará casi una década en resolverse. Será en 1935, tras la construcción de la presa de Castadón en el río Loña y de las canalizaciones (lo ha estudiado muy bien Somoza Medina en su libro "Ourense, la ciudad en el tiempo y el espacio" (2002)).

Ilustración 15: Agosto 1920. Denuncia por problemas en la potabilidad de aguas traída. Colegio Médico a Ayuntamiento de Ourense. (AMO. Carpeta Beneficencia)

 

  1. EL “BOLETÍN OFICIAL DE LOS COLEGIOS DE MÉDICOS Y DE FARMACÉUTICOS DE LA PROVINCIA DE ORENSE”, 1918

 

En el año 1918, el Colegio de Médicos va a iniciar la publicación de un Boletín mensual, una interesante iniciativa que de nuevo volvió a unir a los Colegios de Médicos y de Farmacéuticos de Ourense ya que editaron conjuntamente dicho Boletín.

Lamentablemente apenas quedan fondos de esta publicación, y solo hemos logrado localizar dos ejemplares (febrero y abril de 1918, uno de ellos en la Biblioteca del Museo de Pontevedra, y gracias a los trabajos de González Guitián, 1993).

Ilustración 16: "Boletín de los Colegios de Médicos y de Farmacéuticos de la provincia de Orense”, 1918 (portada y contraportada). Año I. núm. 4.

 

Los boletines publicados por los Colegios profesionales (de Practicantes, de Médicos, de Farmacia...) a lo largo de la existencia de estos, constituyen una importante fuente de información para el conocimiento del pasado de las profesiones y permiten contextualizar y entender la historia de estos, sus avatares y comprender situaciones que llegan hasta hoy día. Sus páginas, pese a lo que antes hemos comentado, tratan contenidos tales como la dignificación y promoción de la profesión, trabajos científicos, del reciclaje en cuanto a contenidos teóricos, divulgación de la actividad colegial, relaciones con otros colegios y colectivos profesionales, anuncios de congresos, crónicas de conferencias etc.

El “Boletín Oficial de los Colegios de Médicos y de Farmacéuticos de la Provincia de Orense”, era editado en la imprenta ourensana La Popular.

Ilustración 17: Boletín Oficial de los Colegios de Médicos y Farmacéuticos de la Provincia de Orense, 1918, núm. 4, 30 de abril de 1918. Primera página. Archivo Museo de Pontevedra.

En 1918, en los boletines que hemos podido consultar, toda la gestión y administración de éstos recaía en los dos secretarios de los respectivos colegios profesionales: por el de Médicos, el Dr. Francisco José Rionegro, y por el de Farmacéuticos, José Fernández Martínez.

Se incluían anuncios publicitarios de diversas clínicas o farmacias en los boletines, algo que contribuía a la financiación del Boletín, y ambos secretarios contribuyeron con anuncios de su consulta o farmacia.

José Fernández Martínez fue una importante figura de la sanidad ourensana, ya que además de su faceta como regente y dueño de farmacia, estuvo al frente del Laboratorio Municipal de Orense desde 1910 a 1930, momento en que dicha institución es absorbida e integrada en el Instituto Provincial de Higiene (Simón y Rúa, 2019).

El doctor Francisco José Rionegro Díez (Ourense, 1871-1932), era hijo del impresor y librero ourensano Gregorio Rionegro Lozano. Estudia la carrera de medicina en Santiago, obteniendo el título de médico en 1895. Fue una importante figura de la sanidad ourensana. Fue uno de los pioneros en la introducción de los Rayos X en Galicia, y el primero en Ourense (en 1901). Asimismo, con Lino Porto mantuvo diferentes consultorios como el Gabinete Médico Quirúrgico o el Instituto Antirrábico. También trabajó en el Sanatorio Quirúrgico Pol Piñeiro en los años 20.

En su etapa como médico municipal de Sanidad en Ourense, colabora estrechamente a nivel profesional con el Laboratorio Municipal de Ourense, y teniendo un papel destacado en la organización de la sanidad y Beneficencia municipal en sus años de ejercicio profesional.

Ilustración 18. Dr. Francisco José Rionegro Díaz. Era el secretario del Colegio de Médicos en 1918.  (Foto arch. familia Rionegro).

 

Ilustración 19: anuncio Dr. Rionegro 1918 Boletín Col Medico y Col Farma, abril 1918, nº4.

Desconocemos en qué momento deja de editarse dicho Boletín. Muy posiblemente la pandemia gripal de 1918-1919 y el definitivo arranque del Colegio de Farmacéuticos de Ourense desde 1918 contribuyeron a que desapareciese este Boletín, pero es una hipótesis no confirmada pues no hay datos ni rastros documentales o de archivo.

El Colegio de Médicos retomará en los años 30 otra edición de una nueva publicación, un Boletín del Colegio de Médicos, pero ya sin la colaboración con el Colegio de Farmacéuticos.

Ilustración 20.  Boletín Oficial de los Colegios de Médicos y Farmacéuticos de la Provincia de Orense, 1918, núm. 4, 30 de abril de 1918

  1. LA PANDEMIA GRIPAL DE 1918-1919 EN OURENSE[1]

En los últimos años han ido apareciendo interesantes trabajos acerca de la pandemia gripal de 1918-1919, llegando a analizar desde un punto de vista epidemiológico-histórico cómo fue la afectación y la mortalidad de las tres oleadas u ondas gripales que se produjeron en este período.  Sobre España hay que destacar el trabajo publicado en la revista BMC Infectious Diseases en 2014 y firmado por Gerardo Chowell, Anton Erkoreka, Cécile Viboud y Beatriz Echeverri-Dávila. En él se desglosa y analiza por provincias la afectación de la gripe.

La gripe se extendió inicialmente en la primavera de 1918 por el centro del país a partir de Madrid, pero fue una ola suave, positiva porque permitió a quienes la padecieron inmunizarse de los nuevos ataques; en otoño de ese 1918 llegó la peor parte, cuando murieron millones de personas en el mundo tras una mutación del virus, y ahí Galicia salió altamente perjudicada, especialmente las provincias de A Coruña y Ourense; la tercera ola, la del invierno, afectó más a Lugo, pero con unas cifras de mortalidad infinitamente más reducidas que el trimestre anterior.

A principios de octubre de 1918 una Real Orden del Ministerio de Gobernación aprueba establecer en todas las poblaciones importantes que carecieran de ellos, laboratorios municipales con los elementos suficientes para el análisis y desinfección. Se redactaron Cartillas Sanitarias con normas para evitar el contagio de gripe y tratar a los enfermos afectados. La redactada por la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao en 1918, apuntaba normas tales como: inspirar el aire por la nariz y espirarlo por la boca, uso de mascarillas, enjuagues

 

[1] (Gran parte de entrada está publicada en: SIMON LORDA, D. (2001): “La epidemia gripal de 1918 en Ourense”, Minius (Revista do Departamento de Historia, Arte e Xeografía da Universidade de Vigo), 2001, IX, p.85-96 (ISSN 1131-5989)).

 

de la garganta con antiséptico, no abusar del alcohol y comer con moderación, descansar nueve horas diarias.... Limpieza y desinfección de lugares públicos... En Ourense, que sí contaba con Laboratorio Municipal, la epidemia alcanza de lleno a la capital en el otoño de 1918, y obligará a medidas excepcionales como veremos a continuación. Dicha epidemia produjo en 1918 el crecimiento vegetativo de la población más bajo en toda la primera mitad del siglo XX en Ourense (incluyendo los años de la guerra civil y la posguerra). Hubo 16.412 muertos en 1918, del doble de la media de los 5 años previos o los cinco posteriores (INE, 1956). La epidemia dejó veinte millones de víctimas en el mundo.

 

6.1. ASISTENCIA SANITARIA EN EL OURENSE DEL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX: Dispositivos asistenciales para epidémicos.

El único hospital público existente en la capital era el Hospital Provincial (Beneficencia) de As Mercedes, ya que aún no estaban concluidas las obras del Hospital Modelo de As Lagoas (iniciadas en 1910 y concluidas en 1930). Unos años antes, entre 1910 a 1914, había funcionado el “Hospitalillo de Infecciosos” de A Rabaza, pero fue cerrado por el Ayuntamiento debido a la presión vecinal ante la Inspección Provincial de Sanidad (Dr. Francisco Bécares) y la escasa utilización de este (A.M.O, Sanidad Municipal). En el Hospital de As Mercedes también funcionó desde al menos 1897 hasta su cierre, un Departamento especial, habilitado en la planta baja y que era utilizado para “dementes o variolosos” según la necesidad del Establecimiento (Simón, 2005).

 

6.2. OCTUBRE, 1918, OURENSE: LA EPIDEMIA DE GRIPE

Durante la onda gripal del otoño de 1918 en la ciudad de Ourense se intentó articular un dispositivo de atención sanitaria especial.

Dado el cariz que iba tomando la epidemia gripal, se habilitó para atención a los enfermos el edificio del Círculo Católico de Obreros, situado en la calle Vicente Pérez (hoy Paseo), para trasladarlo posteriormente al edificio de los Hermanos Maristas, también en la calle Vicente Pérez. En el Círculo Católico quedó instalada una Estación de Desinfección de ropas.

El “Hospitalillo Municipal de Epidémicos” estuvo situado en el edificio de la actual Subdelegación de Defensa en la calle del Paseo de la capital ourensana. En la planta baja ubicaron la hospitalización para mujeres y el botiquín; en la primera planta se hospitalizaban los hombres, y estaba la zona de desinfección, despachos y oficina de registro.

En el “Hospitalillo” ingresaron a 177 enfermos en octubre de 1918. Era atendido por 5-6 médicos (José Nogueira Mera, Francisco José Rionegro Díez, Ubaldo Álvarez, Jesús Taboada, Manuel Bouzo , José Eire ), dos practicantes de cirugía menor (Eduardo Fernández y Luis González), seis monjas (pensamos que eran Hermanas de la Caridad, pero también podrían ser Siervas de María),dos enfermeros (Alejandro y Abelardo Guitián), un desinfector (Bricio Serantes ), dos camilleros y tres estudiantes de Medicina (Carlos Guitián , Julio García Pérez y  Roberto Tizón Aguiar).

Las causas de los fallecimientos y los datos de los fallecidos en Ourense capital eran publicados diariamente en la prensa local…y al  

en donde podemos apreciar cómo la tragedia alcanza a individuos de edades muy jóvenes, por debajo de los treinta años.

Hubo además intenso trabajo por parte del Laboratorio Municipal, quien intervino en más de 400 pisos y casas para labores de desinfección, aparte de repetidas desinfecciones en lugares especiales como el Asilo, Cárcel, Matadero, Casa del Ayuntamiento, Círculo Católico... utilizando cal y sulfato de cobre, amén de otras intervenciones (azufre, creolite, zotal...). Las desinfecciones domiciliarias eran totalmente gratis para las familias pobres, sin que hayamos podido contrastar este dato (así figura en La Región, 17-10-2000), aunque suponemos que iría dentro de las medidas que el Ayuntamiento instaura con el nombre de “Bonos-carné para los enfermos pobres”. Dichos bonos debían ir firmados por el médico municipal que asistía al paciente concreto…. y dieron lugar a una agria discusión en una sesión del Ayuntamiento al cuestionarse algunas actuaciones y actitudes de los médicos municipales (salvando de las críticas al Dr. Rionegro, y defendidos éstos por el concejal Sr. Moreno - médico de profesión-) frente a otros funcionarios (los concejales Sr. Areán y Sr. Cobelas son los que plantean el tema en el Pleno). El conflicto venía dado por la emisión, firma y reparto de las ayudas a los enfermos pobres en el Hospitalillo Municipal, así como derivado de algunas actitudes e insubordinaciones hacia el director del Hospitalillo (La Región, 20-10-1918).

 

En la prensa local (La Región, 17 y 18-10-1918) se publicaron diversos artículos y bandos gubernativos de interés público. El primero de ellos acerca de Normas de Desinfección a iniciativa del Laboratorio Municipal (La Región, 17-10-1918). La propia prensa local (La Región, 18-10-1918), publica al día siguiente en portada un extenso trabajo acerca de Desinfección durante el curso de una enfermedad, tomado del “Tratado Elemental de Higiene”, obra de la que era autor el médico y catedrático de Instituto de la ciudad, Agustín Moreno Rodríguez.

En este mismo número de La Región se publican las disposiciones gubernativas tras ser declarado el estado epidémico en la provincia. Una medida excepcional, y extremadamente dolorosa de tomar para las autoridades fue la prohibición de la Fiesta de Difuntos del 2 de noviembre de 1918, así como el paso a los cementerios. Esta determinación es tomada por el Gobernador Civil, Pedro Villar, y publicada en un Bando del 21-10-1918, que se publica dos días más tarde en la prensa local (La Región, 23-10-1918).

 Otra iniciativa que surge en la capital fue la apertura de una Comisión para organizar una “Suscripción en favor de los pobres atacados de gripe”, y que estaba compuesta por los Sres. Juan Taboada, Alfonso Junquera, Aser Román, Juan Antonio Méndez y Vicente Nieto. Los donativos se recogían en los almacenes de tejidos del Sr. Junquera, de los Hijos de Siméon, o de Hijos de José Román (La Región, 17 y 18-10-1918). Esta Comisión y la suscripción que consigue recaudar, conseguirán mejorar la dotación hospitalaria en años posteriores.

 

6.3. Asistencia domiciliaria pública para enfermos de gripe: Ourense, octubre de 1918

Como podemos ver en una columna publicada en La Región, 17 de octubre de 1918, los facultativos municipales y sus ayudantes se repartieron o dividieron la ciudad y pueblos del ayuntamiento para realizar la labor de atención domiciliaria. Así dividieron el ayuntamiento en una serie de zonas o sectores para ser atendidos en visita a domicilio:

  • Parte Norte de Orense: Sr. Rionegro con los ayudantes Fábrega y Tizón
  • Parte Sur: Sr. Bouzo con el ayudante García del Villar.
  • Servicios Urgentes: Sr. Gomis Soler, de guardia permanente en el Ayuntamiento
  • Pueblos rurales y extrarradio:
    • Regueiro Fozado, Rairo, Zaín, Seixalvo, Curuxeiras, Santa Marina, Granja, Cotoriño y caseríos anexos, Sr. Eire
    • Cabeza de Vaca, Carballeira, Polvorín, Castelo y caseríos anexos, Sr. Nogueira.
    • Rabo de Galo, Couto, Ervedelo, Puente Lebrona, Reza y caseríos anexos, Sr. Álvarez Ruiz,
    • Mende, Cebollino, Lonia, Rabaza, Soutosanín, Santomé y caseríos anexos, Sr. Taboada.
    • En el Hospitalillo tenía cada uno un cierto número de camas asignadas

 

Recordemos que en esta época el Ayuntamiento de Ourense aún no había anexionado el colindante ayuntamiento de Canedo- actual barrio del Puente de la capital ourensana-.

 

Al igual que en la crisis COVID-19, en la epidemia gripal de 1918 en Ourense también cayeron enfermos muchos sanitarios que atendían a pacientes en el Hospitalillo. Así se da la noticia de que dos de los enfermeros que prestaban sus servicios en el Hospitalillo municipal para epidémicos, fueron atacados por la gripe. Sus nombres eran Victorino Pérez y Alejandro Guitián (La Región ,17 de octubre de 1918).

 

Se impusieron multas por infracciones de las normativas de higiene y salubridad pública, así como se recibieron donaciones de material, realizadas por particulares y destinadas al hospitalillo …

 

6.4. LA GRIPE de 1918 EN EL RESTO DE LA PROVINCIA (y algunos apuntes sobre la gripe en el resto de Galicia).

Se dieron muchas noticias en prensa local, regional e incluso en los diarios galaico-cubanos como El Eco de Galicia, acerca de la situación de la epidemia en pueblos y villas de la provincia de Ourense en el otoño de 1918. Así, en La Región, hay reseñas de los corresponsales de Verín, Barbadás, Bande, Ribadavia…Por orden del Gobernador se suspendió la feria mensual de septiembre y las visitas a cementerios y celebraciones del día de Difuntos de 1918.

La epidemia gripal adquirió caracteres alarmantes por la falta de medios sanitarios en muchas localidades de la provincia. En La Región, se daba cuenta diaria de la situación en muchas de las villas y ayuntamientos, aunque a veces la gravedad de la situación y la extensión de la referencia dependía del cronista (muchos de ellos párrocos del lugar).

Tomaremos algunas a modo de ejemplo:

“En Bande: Telegrama del 17 a las 18: La epidemia en este municipio se extiende de forma alarmante: Los empleados del municipio y la mayoría de la población de esta villa están enfermos, así como la mayor parte de los individuos que componen la Corporación. Los médicos están agotados físicamente, por efecto de las dificultades de este municipio, por tener la población muy diseminada para la atención de los enfermos, cuyo número excede de 1500” (La Región, 19-10-1918).

 “En Piñor de Barbadanes: En este pueblo a pesar de ser tan sano, la epidemia gripal se difunde de una manera atroz; hay gran número de personas atacadas. El virtuosísimo párroco, Dn. Florencio Quintas, no se da punto de reposo visitando a todas horas a los enfermos y proporcionándoles no solo los auxilios espirituales, sino también los corporales, a muchos pobres. El Señor se lo premie” (La Región, 23-10-1918).

En Camporredondo (Ribadavia), el párroco D. Ramón Fernández escribe: “La gripe ha adquirido cédula de vecindad en esta parroquia, con sus hermanas pulmonía, neumonía y ataques cerebrales, y sin médicos, porque los de la villa no vienen. Hay hoy en esta 130 atacados, 10 de ellos lo están gravemente. En cuatro días hubo cinco defunciones. No se tocan las campanas a muerto para no poner en alarma a los que están graves. A todas horas me llaman los enfermos. Esto es la mano de Dios que nos visita y hace temblar a las gentes del mundo” (La Región, 23-10-1918).

 En otras zonas de la provincia como la del valle de Monterrey y su villa de referencia, Verín, la atención a los afectados por la epidemia gripal de finales del año 1918, requirió esfuerzos especiales de los facultativos y servicios sanitarios de la zona. El historiador verinense Xerardo Dasairas (Dasairas, 1994:131-2) destaca en sus trabajos el meritorio trabajo del médico Juan Guerra Valdés y la instalación de un Hospital en el colegio de los Hermanos de La Salle en Verín, que puso en evidencia las deficiencias sanitarias y dio pie a algunos movimientos reivindicativos entre los recién creados sindicatos de la zona de Monterrey. Reclamaban la nueva apertura de un hospital municipal, iniciativa que ya había funcionado –muy precariamente- entre 1886 y 1900. En Verín también se nombró una Comisión encargada de recaudar fondos con destino a los pobres: Dicha Comisión estaba formada por Antonio Rodríguez Ogando, Santiago Rodríguez, Jesús Pazos, Laureano Peláez, Juan Moreno, Manuel de San Román y el reverendo padre Cesáreo Fernández (La Región, 19-10-1918).

 

6.5. Comentarios finales

Unos meses más tarde, en mayo de 1919, el médico ourensano Gumersindo Parada Justel, hermano del famoso pintor, da una conferencia en el Ateneo de Madrid acerca de la pandemia gripal y del tratamiento de la gripe. El galeno publicará en Ourense pocos meses después un librito con la conferencia titulado “La grippe endémica y la epidemia grippal de 1918. Juicios Clínicos. Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 2 de mayo de 1919”. Se editó en la Imprenta de A. Otero en Ourense.  Se adscribía a los defensores de que la gripe podría estar causada por un virus filtrable. El librillo de Parada Justel junto con el “Manual completo de la Gripe” publicado por el Médico Rodríguez en A Coruña en 1918, son tal vez una de las pocas o únicas publicaciones monográficas realizadas por médicos gallegos acerca de la pandemia de gripal.

Terminamos aquí estas líneas acerca de la epidemia de gripe en el Ourense de 1918, en donde hemos abordado algunos aspectos y consecuencias relacionadas con la atención sanitaria dada a esta pandemia en nuestra ciudad, y que supuso un reto para la sociedad ourensana de la época y un espaldarazo al proceso de articulación política de una Sanidad Civil en todo el Estado.

 

ALGUNAS REFERENCIAS BIBLIOGRAFIA/FUENTES:

 

FUENTES:

-Galiciana Hemeroteca Dixital.

-Arquivo Municipal de Ourense: Carpetas Beneficencia, Sanidad Municipal.

-Arquivo Colexio Oficial de Médicos de Ourense.

BIBLIOGRAFIA

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