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La asamblea de Vocales de Hospitales celebrada en la sede del CGCOM, ha puesto de manifiesto su preocupación ante las medidas que se están adoptando en los distintos hospitales, así como, la repercusión de la aplicación del R.D. 16/2012.
La politización que ha experimentado la gestión de la sanidad en estos últimos años, así como, las diferencias actualmente existentes entre las CCAA, tanto en materia laboral como asistencial, hacen reconsiderar, si diez años después de las trasferencias, predominan los efectos negativos de las mismas, Un gasto más elevado, desigualdades entre unos sistemas autonómicos de salud y otros (que afectarían tanto a usuarios como a trabajadores), pérdida de información y de coordinación y falta, en definitiva, de la cohesión necesaria para un óptimo funcionamiento del Sistema Nacional de Salud. Estamos hablando en la práctica de tantos modelos sanitarios como Autonomías, y a su vez, demasiado cambiantes en la propia Comunidad Autónoma al compás del gobierno de turno.
Toda la Asamblea reconocía, que esta situación ha propiciado movimientos de profesionales dentro de nuestro país en busca de mejores condiciones laborales y retributivas, y lo que es peor, la salida de profesionales bien formados fuera de nuestras fronteras y la adopción de especialistas en nuestro sistema sanitario, con unos títulos de dudoso nivel de exigencia en su obtención.
La homologación de los salarios, condiciones laborales similares así como procedimientos y baremos con criterios unificados para la obtención de plazas, favorecería la libre circulación de profesionales, siendo esta una de las reivindicaciones de los médicos de hospitales, que por otro lado, sin ninguna duda, enriquecería el sistema sanitario en su conjunto.
Se han puesto de manifiesto los diferentes criterios de contratación según las Autonomías, y dentro de las mismas entre los distintos Hospitales, cuestionando cuando menos, los principios de igualdad, mérito y capacidad que deben regir en las convocatorias de toda administración pública.
Así mismo, la aminoración de la jornada de trabajo en contratos nuevos de algunos minutos, con su repercusión porcentual en el sueldo, se han tildado por los médicos hospitalarios, de prácticas de gestión abusivas y que lesionan la dignidad de todos los médicos.
También se expuso la reorganización que sufren algunos hospitales de forma poco planificada y un tanto atolondrada, que puede acarrear un deterioro en las facetas docentes y de investigación que pueden dañar especialmente a nuestros médicos en formación y a todo el colectivo en general.
Respecto al R.D. 16/2012, si bien la Asamblea ha mostrado su apoyo en algunos puntos como el control del llamado turismo sanitario, por otro lado, la posibilidad de crear una cartera de servicios complementaria por parte de las CCAA, la asamblea está convencida que se crearán diferencias cada vez mas evidentes en adecuación tecnológica, procedimientos y técnicas entre las distintas Autonomías, fracturando el principio de igualdad y equidad de nuestro sistema de salud y fomentando la desigualdad interterritorial.
Finalmente en política presupuestaria, el déficit contable que presentan todas las Administraciones Sanitarias no deben señalar, una vez mas, al capitulo de personal como único culpable, ya que ha sido en el conjunto de la Sanidad el que mayor recortes ha sufrido en los últimos años en comparación con el total del presupuesto. Se tendría que hablar de infrafinanciación del sistema y de la trampa que supone iniciar cada ejercicio con un presupuesto ostensiblemente inferior al gasto real del año anterior.
En suma, los vocales de hospitales convergen que nos encontramos en un momento de incertidumbre en la Sanidad que precisa de reformas y cambios, que deben acometerse conjuntamente con los profesionales implicados.
La politización que ha experimentado la gestión de la sanidad en estos últimos años, así como, las diferencias actualmente existentes entre las CCAA, tanto en materia laboral como asistencial, hacen reconsiderar, si diez años después de las trasferencias, predominan los efectos negativos de las mismas, Un gasto más elevado, desigualdades entre unos sistemas autonómicos de salud y otros (que afectarían tanto a usuarios como a trabajadores), pérdida de información y de coordinación y falta, en definitiva, de la cohesión necesaria para un óptimo funcionamiento del Sistema Nacional de Salud. Estamos hablando en la práctica de tantos modelos sanitarios como Autonomías, y a su vez, demasiado cambiantes en la propia Comunidad Autónoma al compás del gobierno de turno.
Toda la Asamblea reconocía, que esta situación ha propiciado movimientos de profesionales dentro de nuestro país en busca de mejores condiciones laborales y retributivas, y lo que es peor, la salida de profesionales bien formados fuera de nuestras fronteras y la adopción de especialistas en nuestro sistema sanitario, con unos títulos de dudoso nivel de exigencia en su obtención.
La homologación de los salarios, condiciones laborales similares así como procedimientos y baremos con criterios unificados para la obtención de plazas, favorecería la libre circulación de profesionales, siendo esta una de las reivindicaciones de los médicos de hospitales, que por otro lado, sin ninguna duda, enriquecería el sistema sanitario en su conjunto.
Se han puesto de manifiesto los diferentes criterios de contratación según las Autonomías, y dentro de las mismas entre los distintos Hospitales, cuestionando cuando menos, los principios de igualdad, mérito y capacidad que deben regir en las convocatorias de toda administración pública.
Así mismo, la aminoración de la jornada de trabajo en contratos nuevos de algunos minutos, con su repercusión porcentual en el sueldo, se han tildado por los médicos hospitalarios, de prácticas de gestión abusivas y que lesionan la dignidad de todos los médicos.
También se expuso la reorganización que sufren algunos hospitales de forma poco planificada y un tanto atolondrada, que puede acarrear un deterioro en las facetas docentes y de investigación que pueden dañar especialmente a nuestros médicos en formación y a todo el colectivo en general.
Respecto al R.D. 16/2012, si bien la Asamblea ha mostrado su apoyo en algunos puntos como el control del llamado turismo sanitario, por otro lado, la posibilidad de crear una cartera de servicios complementaria por parte de las CCAA, la asamblea está convencida que se crearán diferencias cada vez mas evidentes en adecuación tecnológica, procedimientos y técnicas entre las distintas Autonomías, fracturando el principio de igualdad y equidad de nuestro sistema de salud y fomentando la desigualdad interterritorial.
Finalmente en política presupuestaria, el déficit contable que presentan todas las Administraciones Sanitarias no deben señalar, una vez mas, al capitulo de personal como único culpable, ya que ha sido en el conjunto de la Sanidad el que mayor recortes ha sufrido en los últimos años en comparación con el total del presupuesto. Se tendría que hablar de infrafinanciación del sistema y de la trampa que supone iniciar cada ejercicio con un presupuesto ostensiblemente inferior al gasto real del año anterior.
En suma, los vocales de hospitales convergen que nos encontramos en un momento de incertidumbre en la Sanidad que precisa de reformas y cambios, que deben acometerse conjuntamente con los profesionales implicados.