El día 1 de diciembre entró el vigor el Tratado de Lisboa tras dos años de ratificación por parte de los Estados miembros, que introduce entre sus objetivos, el bienestar de los ciudadanos y la mejora de las políticas sanitarias.
Aunque la organización y gestión del sistema sanitario sigue siendo competencia de los Estados miembros, el Tratado permite que las Instituciones de la UE adopten medidas para proteger la salud pública, incluidas las relativas al tabaco y al consumo excesivo de alcohol.
Asimismo, establece normas aplicables a los productos y dispositivos médicos para una mayor protección del paciente y ayuda a los Estados miembros a reaccionar en caso de alerta precoz de amenazas transfronterizas graves, tales como la gripe aviar y les permite movilizar todos sus recursos de manera coordinada y eficaz en caso de que las amenazas se concreten.
En el presente Boletín “Europa al día” ampliamos esta información.
BOLETIN Nº 309 LA SALUD EN EL TRATADO DE LISBOA