El miedo, sentimiento de culpa y la estigmatización social de la propia enfermedad hacen que el médico oculte o niegue su problema.
Este año se celebra el décimo aniversario del PAIME, un programa de atención médica para el médico que está difundido por todo el territorio nacional.
Los médicos son uno de los colectivos peor atendidos dentro del sistema sanitario. Aunque sea paradójico es habitual que los profesionales de la salud se encuentren entre la población que recibe una menor atención sanitaria, bien por su autosuficiencia, por la negación de las propias enfermedades o por consultas esporádicas a colegas.
Se calcula que uno de cada diez médicos puede sufrir durante su vida profesional algún episodio relacionado con enfermedades psíquicas o conductas adictivas que pueden menoscabar su ejercicio profesional, y llegar, como consecuencia, a una mala praxis que conlleve a cometer errores o negligencias.
Las enfermedades psíquicas repercuten de forma negativa en la vida cotidiana, tanto en el entorno familiar como en los círculos profesionales y también en el la relación con los pacientes. Aún siendo conscientes de este perjuicio, el miedo, el sentimiento de culpa y la estigmatización social de la propia enfermedad hacen que los médicos oculten o nieguen su problema.
Por ello el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) ha sido creado para superar las barreras que impide que el médico se vea como paciente y para facilitar el acceso a una atención sanitaria de calidad y especializada en caso de enfermedades relacionadas con trastornos `psíquicos y/o conductas adictivas. Además de un tratamiento médico/psicológico, el este progrma ofrece al médico enfermo el apoyo legal que pueda necesitar.
Para informar tanto a los residentes que comienzan su trayectoria profesional como a los propios médicos del programa PAIME, la Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Galatea, junto con la colaboración de GlaxoSmithKline (GSK) han editado dos guías explicativas de todos los servicios que dispone este programa.
“El PAIME cumple un doble objetivo por una parte conseguir que el médico enfermo se sienta respaldado y por otra parte dar una garantía de protección a los pacientes. Este es un programa de médicos para médicos, creado para superar la barrera que impide que el médico se vea como paciente y así romper esa barrera que frena a los médicos a la hora de pedir ayuda cuando detectamos que se comienza a deteriorar nuestra salud, capacidad de juicio o habilidad técnica”, señala el doctor Gutiérrez, vicepresidente del Consejo general del Colegios Oficiales de Médicos.
Estrés del MIR
Por ello, cada vez se es más consciente y se tiene más en cuenta en los planes de formación la importancia de saber controlar el estrés y la ansiedad desde la residencia y evitar así problemas psicológicos mayores a lo largo de su trayectoria profesional.
“Cuando se empieza a ejercer de médicos, la vida personal se puede complicar es difícil conciliar la vida familiar y la profesional además pueden aparecer dilemas éticos y morales que nunca se habían planteado. El periodo MIR es una excelente etapa para adquirir buenas habilidades y recursos tanto para la práctica profesional como la gestión del estrés”, puntualiza el doctor Manuel Carmona responsable de formación de la OMC.
Diversos estudios alertan que este periodo de aprendizaje también puede comportar un alto nivel de estrés, que dependiendo de los factores ambientales y de la vulnerabilidad personal que confluyan, pueden alterar el equilibrio psico-emocional del residente y, de rebote, malograr este proceso formativo.
Cada vez son más los estudios que alertan sobre niveles elevados de estrés, de burn-out y malestar psicológico dentro la profesión médica en general, y muchas las causas con las que se relacionan y las consecuencias a que pueden dar lugar. Por lo tanto, esta no es una cuestión que afecte de forma exclusiva a los residentes. “Ahora bien, dada esta realidad, la residencia, como periodo de formación, sería un momento muy adecuado para proporcionar al médico habilidades y recursos que le permitan un desarrollo profesional saludable”, explica el doctor Carmona.
Programa PAIME
El programa PAIME nació en 1998 en Barcelona fruto de un acuerdo entre el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona y la Generalitat de Cataluña. Rápidamente, gracias al empuje dado por la Organización Médica Colegial al programa, éste se extendió por otros Colegios Oficiales de Médicos y gobiernos autonómicos de todo el territorio nacional.
La Fundación Galatea fue creada a principios de 2001 a partir de la experiencia del PAIME para mejorar la salud y el bienestar del colectivo médico. “Desde entontes el objetivo ha sido consolidar un modelo de asistencia y rehabilitación para los profesionales médicos así como promover investigaciones en el ámbito de la prevención y de la promoción de la salud” explica Jaume Prados, presidente del patronato de la Fundación Galatea.
La Fundación Patronato de Huérfanos de Médicos de la OMC, financia la parte asistencial al PAIME que corresponda al colegiado. En algunas CC.AA es la propia comunidad la que corre con los gastos (como, p.e. Navarra), en otras, sólo se paga una parte y el resto debe afrontarlo el Colegio de Médicos o el interesado, y en otras CCAA la aportación es nula (p.e. Andalucía) debiendo asumirlo todo el interesado. En estos casos, es la fundación la que se hace cargo de lo que deba pagar el interesado.
El PAIME es pionera en Europa y sigue las experiencias similares de otros países, especialmente de EEUU, Canadá, Australia, que muestran como los programa específicos para médicos obtienen mejores resultados que los servicios destinados a la población general, tanto por el menor número de abandonos como por un nivel superior de rehabilitación.
Próximo congreso
A punto de celebrar el décimo aniversario de la existencia del PAIME, se celebrará el congreso entre los días 12 y 14 de noviembre con el objetivo de promover nuevas iniciativas en la prevención y promoción de la salud del médico.
Gabinete de prensa:
Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos