“El Observatorio Nacional de Agresiones ha servido de guía a las demás profesiones sanitarias"

¿Qué balance hace de los diez años del Observatorio contra las Agresiones?

Han sido diez años de aumento progresivo en el número de agresiones, en especial en algunas comunidades autónomas y contextos profesionales, si bien es cierto que aún estamos lejos de registrar todos los casos de agresiones a médicos. 

Hemos mantenido una lucha continua desde distintos frentes por disminuir el número de casos, pero al mismo tiempo hacer visible la denuncia de los que ocurren. Por desgracia aún estamos en ello, ni podemos decir que se haya disminuido el número de agresiones, ni que hayamos conseguido que se denuncien todos los casos.

¿Cuáles considera que han sido los hitos en este tiempo en la lucha contra esta lacra?

Lo primero constituir el Observatorio y darle continuidad al registro que durante estos diez años ha servido de guía también a las demás profesiones sanitarias. Hemos dado voz a los médicos y sanitarios que han sufrido y sufren todo tipo de agresiones. Hemos presentado nuestros datos y reivindicaciones a los responsables políticos de todo signo, representantes de las administraciones sanitarias, medios y sociedad. Hemos utilizado todos los canales posibles para visibilizar el problema. Se ha modificado el código penal para que la agresión al sanitario sea considerada delito, hemos favorecido la creación del interlocutor policial y sobre todo y cada vez más, estamos presentes en nuestros colegios para nuestros colegiados

¿Qué medidas quedan por poner en marcha?

La consideración de delito independientemente del ámbito público/privado cuando el bien a proteger es la función del sanitario. La uniformización de las sentencias judiciales, la implicación más presente de los administradores sanitarios y sobre todo encontrar medios más eficaces de conseguir se denuncien todos los casos de agresiones.

¿Qué actividades han desarrollado en su Colegio?

El Colegio Médico de Ourense, junto con el resto de Colegios de Médicos que formamos el Consello de Colexios de Médicos de Galicia ha firmado en 2019 un convenio con la Fiscalía Autonómica para el abordaje de las agresiones que agiliza y facilita la comunicación e inicio del procedimiento penal. Hemos realizado sesiones informativas y formativas con los interlocutores policiales en los tres hospitales de la provincia. Mantenemos activo el apoyo al colegiado mediante servicios de asistencia permanentes, seguros jurídicos y asistenciales, etc.

¿Qué acogida han tenido?

Buena. Tanto por los médicos como por el resto de sanitarios que trabajan en los equipos. Por desgracia sigue existiendo el problema de la infradenuncia que hace que el profesional quiera pasar página del episodio cuanto antes aunque para ello renuncie a una reparación justa.

¿Cuál es la agresión más común a la que se enfrentan los sanitarios en su día a día?

En nuestro medio la agresión verbal de todo tipo. El insulto, la vejación las coacciones en todas sus formas. La agresión física ocurre en con menos frecuencia pero su intensidad puede ser alta. Además, las secuelas psíquicas de la agresión, sea verbal o física pueden ser muy destructivas para el profesional y por ende muy perjudicial para la población que tiene que atender.

Se han puesto en algunos casos medidas de prevención como el botón del pánico, ¿Habría que ir más allá e instaurar cambios de centro?

Sin lugar a dudas. El diseño de los lugares de asistencia, en ocasiones es una verdadera ratonera. La asistencia se tiene que prestar en ocasiones en solitario y fuera del centro, a horas y en circunstancias intempestivas. El personal de seguridad está infradimensionado y en muchas ocasiones la profesional se siente desamparada en este sentido.

¿Ayudaría el hecho de que el profesional agredido pudiera denunciar desde el punto de agresión? ¿Cuándo será viable?

Ya es posible recabar la intervención de los cuerpos de seguridad del estado de una forma relativamente eficiente mediante aplicaciones en el teléfono móvil e iniciar con el atestado la denuncia. Nuestro colegio se persona siempre como acusación particular aportado como domicilio del agredido el del propio colegio. Además, la fiscalía permite iniciar estos trámites desde el colegio médico.

Recientemente una sentencia condenaba a un agresor a dos médicas por daño moral. ¿La tolerancia cero también de los jueces puede ayudar a que los profesionales no pasen por alto estos episodios y denuncien más?

Ciertamente. Estamos seguros que la mayoría de jueces están sensibilizados con este tema, como el caso de los docentes, tanto como con otros tipos de violencia social. Lo que ocurre es que en ocasiones el código penal se queda corto a la hora de dimensionar la punibilidad de la agresión verbal en sus múltiples formas, al no tener en cuenta la repercusión psíquica en el agredido y que al final va a influir en la calidad asistencial.

¿Por dónde cree que debe ir el camino para seguir avanzando en este terreno?

Como ya he comentado todo va a ayudar. Lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo y nuevas iniciativas, como la formación de nuestros médicos y médicas, la actualización del código penal, la implicación mayor de los empleadores y la sensibilización de los profesionales que tienen que hacer un último sacrificio al denunciar las agresiones que también pueden llegar a afectar a otros compañeros. El violento debe ser repudiado