Enhorabuena y gracias a todos,
A los que os pusisteis en huelga durante semanas, a los que os manifestasteis, a los que firmasteis cartas de repulsa y a los que bailasteis, a los jefes de servicio que dijeron basta, a los directores de los centros de salud, a las sociedades médicas que demostraron ser
verdaderamente médicas y a los directores de los planes estratégicos, al Colegio de Médicos, a los sindicatos que demostraron saber estar a la altura... Pero sobre todo gracias a los pacientes, a esos que se nos acercaron y nos dijeron que no podíamos dejar de hacer esto, que no
podíamos ceder, a esos médicos-pacientes que estuvieron con nosotros incluso en nuestros peores momentos... Será imposible echaros nunca de mi corazón.
Después de todo este tiempo, me quiero quedar con algo profundamente humano, el orgullo de ser médico. Durante estos últimos años siento que se han empeñado constantemente en hacerme sentir un operario, un
eslabón, una parte más de una maquinaria sin sentido en la que estaban convirtiendo este sistema sanitario que tanto nos había costado levantar a todos nosotros. Pero este año me habéis hecho sentir que merece la pena ser
médico, que esto no es solo un trabajo y que realmente todos entendemos que esto implica una enorme responsabilidad, no sólo con nuestros pacientes, sino con toda la sociedad. Os habéis levantado de forma altruista, por encima de vuestros propios intereses, como habréis vivido sin duda gran parte de vuestras vidas, con una dedicación plena. Habéis dejado de ser corderos para entender que sois leones y esto no debemos olvidarlo nunca más.
El día que amanece es como el que sigue a una horrible tormenta. Uno tiene la sensación de que han arrasado con todo y que será difícil de arreglar. Pero estamos acostumbrados a retos difíciles y a que nos digan que no puede hacerse y nunca nos hemos echado para atrás.
Lucharemos por los derechos de los eventuales en estos seis hospitales,para que los hospitales públicos vuelvan a funcionar al cien por cien, pero también para que hagan auditorías de calidad y de seguridad en centros públicos y privados, para que la política deje de utilizar la sanidad con fines electoralistas y la docencia y la investigación no sean cercenadas con miopes fines economicistas. Queda muchísimo por hacer, pero no para
volver a estar como estábamos antes de que todo esto empezara. Ha llegado la hora de ser valientes e ir mucho más allá. Volver al punto de donde salimos no es una opción, ya sabemos que ser pequeños, tener miedo, hacer
lo que diga el político de turno simplemente porque sí, no es una opción.
Ser médicos y ciudadanos en estos momentos en que queda tanto por hacer, tanto por reformar, tanto por cambiar, significa que tenemos la enorme responsabilidad de no quedarnos aquí, seguir siendo combativos, serios y
firmes con el siguiente consejero, con el siguiente gobierno, con nuestros gerentes y directivos. Tenemos que ser conscientes de que somos nosotros los que tenemos que exigirles a ellos respeto,trabajo,dedicación, cooperación y diálogo. Todos ellos están para que nosotros podamos hacer nuestro trabajo, para que podamos curar, aliviar o consolar, para que la Medicina se convierta nuevamente en una vocación en nuestra sociedad.
Solo puedo deciros gracias, gracias, gracias. Sin vuestro apoyo y vuestro esfuerzo, nada de esto podría ser posible.
Pedro G
A los que os pusisteis en huelga durante semanas, a los que os manifestasteis, a los que firmasteis cartas de repulsa y a los que bailasteis, a los jefes de servicio que dijeron basta, a los directores de los centros de salud, a las sociedades médicas que demostraron ser
verdaderamente médicas y a los directores de los planes estratégicos, al Colegio de Médicos, a los sindicatos que demostraron saber estar a la altura... Pero sobre todo gracias a los pacientes, a esos que se nos acercaron y nos dijeron que no podíamos dejar de hacer esto, que no
podíamos ceder, a esos médicos-pacientes que estuvieron con nosotros incluso en nuestros peores momentos... Será imposible echaros nunca de mi corazón.
Después de todo este tiempo, me quiero quedar con algo profundamente humano, el orgullo de ser médico. Durante estos últimos años siento que se han empeñado constantemente en hacerme sentir un operario, un
eslabón, una parte más de una maquinaria sin sentido en la que estaban convirtiendo este sistema sanitario que tanto nos había costado levantar a todos nosotros. Pero este año me habéis hecho sentir que merece la pena ser
médico, que esto no es solo un trabajo y que realmente todos entendemos que esto implica una enorme responsabilidad, no sólo con nuestros pacientes, sino con toda la sociedad. Os habéis levantado de forma altruista, por encima de vuestros propios intereses, como habréis vivido sin duda gran parte de vuestras vidas, con una dedicación plena. Habéis dejado de ser corderos para entender que sois leones y esto no debemos olvidarlo nunca más.
El día que amanece es como el que sigue a una horrible tormenta. Uno tiene la sensación de que han arrasado con todo y que será difícil de arreglar. Pero estamos acostumbrados a retos difíciles y a que nos digan que no puede hacerse y nunca nos hemos echado para atrás.
Lucharemos por los derechos de los eventuales en estos seis hospitales,para que los hospitales públicos vuelvan a funcionar al cien por cien, pero también para que hagan auditorías de calidad y de seguridad en centros públicos y privados, para que la política deje de utilizar la sanidad con fines electoralistas y la docencia y la investigación no sean cercenadas con miopes fines economicistas. Queda muchísimo por hacer, pero no para
volver a estar como estábamos antes de que todo esto empezara. Ha llegado la hora de ser valientes e ir mucho más allá. Volver al punto de donde salimos no es una opción, ya sabemos que ser pequeños, tener miedo, hacer
lo que diga el político de turno simplemente porque sí, no es una opción.
Ser médicos y ciudadanos en estos momentos en que queda tanto por hacer, tanto por reformar, tanto por cambiar, significa que tenemos la enorme responsabilidad de no quedarnos aquí, seguir siendo combativos, serios y
firmes con el siguiente consejero, con el siguiente gobierno, con nuestros gerentes y directivos. Tenemos que ser conscientes de que somos nosotros los que tenemos que exigirles a ellos respeto,trabajo,dedicación, cooperación y diálogo. Todos ellos están para que nosotros podamos hacer nuestro trabajo, para que podamos curar, aliviar o consolar, para que la Medicina se convierta nuevamente en una vocación en nuestra sociedad.
Solo puedo deciros gracias, gracias, gracias. Sin vuestro apoyo y vuestro esfuerzo, nada de esto podría ser posible.
Pedro G