A Asamblea de Mediciña Privada
A última asamblea da Mediciña Privada por conta propia e allea supuxo a oportunidade de poñer en común informacións de moito interese prá nosa actividade como médicos privados. O tema que máis tempo ocupou foi o das compañías de seguros e a nosa relación con elas. Apreciamos que todas elas tiveron unha conta de resultados positiva no ano pasado, pero, en abraiante contraste, nós os médicos levamos anos ou décadas sen que se actualicen os baremos por consulta.
Ademais, tódolos representantes compartiron situacións de presión inadecuada por parte das compañías, dende a espulsión de compañeiros por parte dalgunha compañía, até a redución da remuneración por vías tan diversas como maxinativas, como por ejemplo incruir algunhas esploracións complementarias dentro do concepto de consulta única. A Ademinintración pública é conscente desta situación, pero non decideu intervir.
Ao mesmo tempo, espuxéronse exemplos de cómo enfrentar esta situación sin dala por inevitable, como o caso dun compañeiro espulsado por Asisa, que levou o tema aos tribunais, con bos resultados.
En todo o debate púxose de relevo a utilidade de unificar iniciativas, e dentro destas destacouse o papel dos Colexios de Médicos, e tamén o das Asociacións de Médicos Empresarios.
Froito de todos esto foi a elabouración dun manifesto, pra dirixilo ás mutuas, á adeministración pública e á prensa, e considerar a posibilidade de apelar ao Tribunal da Competencia e ás institucións sanitarias europeas. Axuntamos o contido deste manifesto.
X. Manuel Suárez
Vogal de Mediciña Privada
DOCUMENTO APROBADO EN LA ASAMBLEA CONJUNTA DE VOCALÍAS DE MEDICINA PRIVADA
Ante la situación de indefensión profesional y laboral en que se encuentran los profesionales de la medicina privada de España que trabajan con las diferentes compañías de seguro médico, y en particular con las concertadas por las mutualidades, las vocalías nacionales de medicina privada, en la
asamblea conjunta han aprobado por unanimidad el siguiente comunicado:
1.- La relación de poder que ejercen las compañías sobre el prestador de servicios sanitarios, del cual ellas se sirven y aprovechan y sin el cual no podrían ejercer su función ni tendrían razón de ser, ha llegado al límite de lo tolerable. Aludiendo a la crisis, -que ellas no padecen, a la vista están sus cuentas de resultados-, despiden de los cuadros médicos a su antojo -como ya han venido denunciando los colegios profesionales de forma reiterada-, rebajan la dotación económica de los actos médicos, los asimilan entre sí para abaratarlos, y detraen a su albedrío cuantías económicas sustanciales de las nóminas de los prestadores de servicios sin justificación alguna.
2.- La inexistencia de un contrato de servicios, mínima exigencia en toda relación comercial, hace que el prestador final de los servicios sanitarios: profesional o entidad, se vea en una total indefensión tanto civil como profesional, por parte de los tribunales de justicia.
3.- La política llevada a cabo por las Entidades Aseguradoras es a todas luces, consensuada entre ellas, visto el hecho que tras una las otras adoptan la misma estrategia para "ahogar" cada vez más la labor que desempeñan de forma, ya casi altruista, muchos profesionales de la medicina privada.
Esas políticas rozan la ilegalidad, obligando al profesional a trabajar con pérdidas, utilizando mayoristas de prestadores de servicios, o trasfiriendo el riesgo con presupuestos cerrados, como en el caso de análisis clínicos, llegando al límite de lo permitido por la ley antimonopolio.
4.- Los poderes públicos que se sirven de esas Entidades Aseguradoras para concertar sus servicios, no sólo están ajenos a esta dura y triste realidad, sino que desoyen reiteradamente las llamadas que desde las vocalías de medicina privada y otras entidades prestadoras de servicios sanitarios les vienen haciendo.
5.- Consideramos que está en grave riesgo la supervivencia del sector sanitario privado español, que goza de gran prestigio dada su excelente calidad, y que genera gran riqueza y puestos de trabajo en España. Dada la campaña de competencia establecida por las Entidades Aseguradoras para captar clientes, los precios de las pólizas son en verdad ridículos, compitiendo deslealmente entre ellas, para obtener muchos clientes, que por poco dinero disfrutan de dichas pólizas, dejando de ser clientes-pacientes privados de nuestras clínicas. Todo ello condiciona un mal pago y valoración ridícula de los actos médicos, que no se actualizan año tras año ni siquiera el IPC, con la progresiva pérdida de poder adquisitivo para el profesional.
Esta situación está desembocando en la falta de relevo generacional, al no quererse incorporar los médicos jóvenes, cuyo principal objetivo es ejercer
en la sanidad pública.
A última asamblea da Mediciña Privada por conta propia e allea supuxo a oportunidade de poñer en común informacións de moito interese prá nosa actividade como médicos privados. O tema que máis tempo ocupou foi o das compañías de seguros e a nosa relación con elas. Apreciamos que todas elas tiveron unha conta de resultados positiva no ano pasado, pero, en abraiante contraste, nós os médicos levamos anos ou décadas sen que se actualicen os baremos por consulta.
Ademais, tódolos representantes compartiron situacións de presión inadecuada por parte das compañías, dende a espulsión de compañeiros por parte dalgunha compañía, até a redución da remuneración por vías tan diversas como maxinativas, como por ejemplo incruir algunhas esploracións complementarias dentro do concepto de consulta única. A Ademinintración pública é conscente desta situación, pero non decideu intervir.
Ao mesmo tempo, espuxéronse exemplos de cómo enfrentar esta situación sin dala por inevitable, como o caso dun compañeiro espulsado por Asisa, que levou o tema aos tribunais, con bos resultados.
En todo o debate púxose de relevo a utilidade de unificar iniciativas, e dentro destas destacouse o papel dos Colexios de Médicos, e tamén o das Asociacións de Médicos Empresarios.
Froito de todos esto foi a elabouración dun manifesto, pra dirixilo ás mutuas, á adeministración pública e á prensa, e considerar a posibilidade de apelar ao Tribunal da Competencia e ás institucións sanitarias europeas. Axuntamos o contido deste manifesto.
X. Manuel Suárez
Vogal de Mediciña Privada
DOCUMENTO APROBADO EN LA ASAMBLEA CONJUNTA DE VOCALÍAS DE MEDICINA PRIVADA
Ante la situación de indefensión profesional y laboral en que se encuentran los profesionales de la medicina privada de España que trabajan con las diferentes compañías de seguro médico, y en particular con las concertadas por las mutualidades, las vocalías nacionales de medicina privada, en la
asamblea conjunta han aprobado por unanimidad el siguiente comunicado:
1.- La relación de poder que ejercen las compañías sobre el prestador de servicios sanitarios, del cual ellas se sirven y aprovechan y sin el cual no podrían ejercer su función ni tendrían razón de ser, ha llegado al límite de lo tolerable. Aludiendo a la crisis, -que ellas no padecen, a la vista están sus cuentas de resultados-, despiden de los cuadros médicos a su antojo -como ya han venido denunciando los colegios profesionales de forma reiterada-, rebajan la dotación económica de los actos médicos, los asimilan entre sí para abaratarlos, y detraen a su albedrío cuantías económicas sustanciales de las nóminas de los prestadores de servicios sin justificación alguna.
2.- La inexistencia de un contrato de servicios, mínima exigencia en toda relación comercial, hace que el prestador final de los servicios sanitarios: profesional o entidad, se vea en una total indefensión tanto civil como profesional, por parte de los tribunales de justicia.
3.- La política llevada a cabo por las Entidades Aseguradoras es a todas luces, consensuada entre ellas, visto el hecho que tras una las otras adoptan la misma estrategia para "ahogar" cada vez más la labor que desempeñan de forma, ya casi altruista, muchos profesionales de la medicina privada.
Esas políticas rozan la ilegalidad, obligando al profesional a trabajar con pérdidas, utilizando mayoristas de prestadores de servicios, o trasfiriendo el riesgo con presupuestos cerrados, como en el caso de análisis clínicos, llegando al límite de lo permitido por la ley antimonopolio.
4.- Los poderes públicos que se sirven de esas Entidades Aseguradoras para concertar sus servicios, no sólo están ajenos a esta dura y triste realidad, sino que desoyen reiteradamente las llamadas que desde las vocalías de medicina privada y otras entidades prestadoras de servicios sanitarios les vienen haciendo.
5.- Consideramos que está en grave riesgo la supervivencia del sector sanitario privado español, que goza de gran prestigio dada su excelente calidad, y que genera gran riqueza y puestos de trabajo en España. Dada la campaña de competencia establecida por las Entidades Aseguradoras para captar clientes, los precios de las pólizas son en verdad ridículos, compitiendo deslealmente entre ellas, para obtener muchos clientes, que por poco dinero disfrutan de dichas pólizas, dejando de ser clientes-pacientes privados de nuestras clínicas. Todo ello condiciona un mal pago y valoración ridícula de los actos médicos, que no se actualizan año tras año ni siquiera el IPC, con la progresiva pérdida de poder adquisitivo para el profesional.
Esta situación está desembocando en la falta de relevo generacional, al no quererse incorporar los médicos jóvenes, cuyo principal objetivo es ejercer
en la sanidad pública.