Continuando con los posicionamientos públicos que hemos realizado a lo largo de la pandemia, queremos hacer un llamamiento a la vacunación contra COVID19, sin temor alguno, de toda la ciudadanía ourensana cuando le corresponda en su grupo poblacional.
Nuestros compañeros están recibiendo en sus consultas, frecuentes preguntas y dudas sobre la vacunación. Por ello, como Colegio Médico, queremos manifestar de forma rotunda nuestra recomendación para vacunarse a todos los ciudadanos sin excepción. Ninguna condición vinculada a patologías previas lo desaconseja.
Solo desde una información falsa y tendenciosa o la ignorancia científica pura y dura, puede cuestionarse la necesidad de vacunarse de forma universal como única forma de acabar con esta pandemia que tanto dolor y muerte nos está dejando. No hay razón, por tanto, para la duda. Millones de personas en el mundo han recibido ya las primeras vacunas sin incidencias reseñables y la evidencia científica de sus condiciones de seguridad y eficacia constatadas por las agencias reguladoras internacionales, avalan esta afirmación.
Hemos tenido noticias de ciudadanos que han rechazado la vacuna en el primer grupo de vacunación, precisamente el más afectado en vidas perdidas. Y nos parece increíble. No hay razón para ello. Tampoco entendemos el porcentaje de población que en la encuestas es reticente a vacunarse por un temor infundado a no se sabe qué, basado en comentarios u opiniones indocumentadas y también insolidarias.
Porque vacunarse es un acto de salud individual pero también colectiva. Quien se niega a hacerlo no sólo pone en peligro su propia salud, sino la de todos. Bien conocida es la necesidad de alcanzar la llamada inmunidad de rebaño, que precisa porcentajes muy altos de población vacunada.
Vivimos en un país privilegiado y podremos contar todos, en los próximos meses, con las vacunas necesarias. Por desgracia no puede decirse lo mismo en muchos estados del mundo más desfavorecidos social y económicamente. Otra razón más para convertir el derecho a la vacunación en una obligación moral.
También es importante informar de los tiempos que requiere la protección contra el virus, que se alcanza en torno a las dos semanas de la segunda dosis. Sobre todo para que nadie interprete equivocadamente las infecciones que puedan aparecer después de la primera dosis sin inmunidad adquirida todavía, fruto por tanto, del devenir de la pandemia y no de un efecto negativo de la vacuna.
Finalizamos este llamamiento a la población, trasladando a las autoridades políticas y sanitarias, tanto autonómicas, como estatales y europeas, la petición de conseguir más vacunas y acelerar el ritmo de la vacunación. Y nuestra disponibilidad como médicos ourensanos para ayudar en todo lo que haga falta. Cuantas más vacunas y más rápida sea su administración, más vidas se salvaran.
Junta Directiva Colegio Médico de Ourense
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