La Comisión Europea, a través de su Dirección General para la Sociedad de la Información, ha puesto en marcha dos iniciativas para la sanidad electrónica que tienen por objetivo mejorar la seguridad y la calidad de la atención que se dispensa a las personas que precisan de asistencia médica cuando viajan o residen en el extranjero. Con ellas se proponen suprimir los obstáculos técnicos, económicos y administrativos facilitando la asistencia sanitaria de los pacientes fuera de su país.
Estas dos iniciativas son:
1) El Proyecto de servicios abiertos inteligentes (SOS), que permitirá a los profesionales de la salud acceder a datos médicos concretos de pacientes procedentes de otros países de la UE.
2) La Recomendación sobre la interoperabilidad transfronteriza de los sistemas de historias de salud electrónicas, que pretende garantizar la compatibilidad de los sistemas.