La Organización Médica Colegial (OMC) conmemora el ‘Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario’ el 14 de marzo. El objetivo es sensibilizar a las administraciones públicas, a los propios profesionales y a los ciudadanos del grave problema que significan las agresiones a sanitarios. Sobre este asunto, el Dr. José Manuel Bendaña, miembro del Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC) y secretario general del Colegio de Médicos de Ourense, deja claro que “los Colegios deben seguir concienciando a los profesionales para que no acepten la respuesta violenta como parte de su oficio y prestar apoyo legal y psicológico”
¿Qué balance puede hacer de la evolución de las agresiones desde la creación del Observatorio?
Según nuestros registros se confirma un aumento en el número de agresiones, en especial en algunas comunidades autónomas y contextos profesionales, si bien es cierto que aún estamos lejos de registrar todos los casos de agresiones a médicos.
Este año ha habido agresiones muy mediáticas por su elevado nivel de violencia, como la de Camarena (Toledo). ¿Percibe que se ha recrudecido la violencia contra los sanitarios?
Tanto por los casos que más han trascendido, por su especial crudeza, como por el aumento de casos. Aunque el colectivo médico es considerado mayoritariamente de forma positiva por la población, el aumento de la crispación social y un cierto grado de pérdida de valores, han convertido cada vez más a la violencia en una forma de liberar el descontento contra el que está más cerca.
¿Hay más concienciación a la hora de denunciar?
Sigue costando que los profesionales que han sufrido una forma de agresión vengan a denunciar, tanto por lo desagradable del incidente, como por darse cuenta de lo poco agradecido que puede ser su trabajo, como lo que viene después de una denuncia para la continuidad de su servicio.
En este sentido desde el observatorio siempre indicamos que se contacte con el Colegio Profesional para constituirse en acusación particular y domicilio del colegio como denunciante y así evitar alguno de los inconvenientes de la denuncia, así como asumir parte de la carga que debe afrontar el agredido.
Es el mismo problema, salvando las diferencias, que lo que ocurre con otras formas de agresiones ligadas a roles de género. Aún podemos hacer más, por ejemplo incluir en los protocolos de asistencia la psicológica, desde el primer momento, de la misma forma que la legal.
Recientemente, una sentencia condenaba a prisión al acompañante de una paciente por amenazas a una doctora. ¿Qué valoración hace?
Con mucha frecuencia el agresor o agresora no es el paciente sino el/la acompañante. El violento tiene nombre y apellidos, y dado que partimos de la base de que todos somos responsables de nuestros actos, quien lo hace, lo debe pagar.
¿Los médicos perciben el apoyo de las instituciones y la sociedad ante las agresiones?
La percepción del apoyo de la empresa no es mayoritario ni mucho menos. Debería serlo y esta debe mejorar su presencia y actuaciones en estos casos. Socialmente parece que no pasa de ser un anecdotario en el que los casos más mediáticos nutren los medios. Deberíamos hacer más como sociedad. Es un problema de educación para la convivencia y supone otra forma de ver la vida y las relaciones.
¿Qué se puede destacar de la puesta en marcha del interlocutor policial sanitario?
Es una medida positiva, aunque aún está empezando. Los responsables se muestran muy implicados y dispuestos a prestar su experiencia y recursos en apoyar las medidas preventivas y asistenciales que están en su mano.
La presencia del interlocutor, ¿puede mejorar la coordinación entre la Administración sanitaria y los Colegios de Médicos en este asunto?
Debería hacerlo. De hecho creo que puede ser una medida para tomar o retomar relaciones con el empleador que hasta ahora no han sido coordinadas por la percepción que en ocasiones trine la administración de que los colegios son antagonistas. Debemos encontrar puntos de trabajo común y coordinado en este problema. Estamos obligados.
¿Cómo valora la formación que se está realizando desde Policía Nacional y Guardia Civil?
Muy bien. Debemos tratar de extender estas iniciativas a todas las provincias.
¿Qué le parece la app Alertcops como medida para luchar contra las agresiones?
Todo ayuda, aunque en el medio rural y aislado la eficacia disminuye.
El hecho de que también se considere autoridad al facultativo en el ejercicio de la medicina privada, sigue siendo un reto. ¿Qué pasos hay que dar para conseguirlo?
A mi modo de ver la despenalización de las faltas ha sido un paso atrás para ambas formas de ejercicio, público y privado, pero en el caso de la privada parece que de tratar las agresiones de forma distinta aumenta el absurdo. El enfoque debería ser el de legislar sobre la función del sanitario más que sobre el individuo.
¿Qué iniciativas deben desarrollarse desde los Colegios de Médicos para prevenir las agresiones? ¿Y desde los centros y hospitales?
Los Colegios deben seguir concienciando a los profesionales para que no acepten la respuesta violenta como parte de su oficio y prestar apoyo legal y psicológico. Todos deberíamos mejorar también la formación transversal en comunicación y los responsables de los centros, como responsables de sus trabajadores aún tienen más trabajo pendiente. También es cierto que la atención al paciente debería ser más proactiva y acercar al ciudadano la idea de que ésta, no es la forma de canalizar sus quejas.